Calafell revive su pasado patinista en una exposición retrospectiva

Calafell fue durante los años 70 y 80 una de las principales capitales patinistas del mundo. Al sur de Barcelona no existía ninguna otra localidad en la que la actividad de la clase fuera tan dinámica e intensa. Su club náutico, constituido en 1967 y que en un principio ubicó su varadero delante del Pòsit de Pescadors, inauguró sus instalaciones edificadas en 1969 en el extremo norte de la localidad.

PRIMER PATÍN A VELA Primera imagen de un patín a vela en la playa de Calafell a comienzos de los años 40. Obsérvese como se sostenía entonces el mástil de la embarcación. Pese a portar ya obenques, éste era insertado en una especie de cubículo que portaba fogonadura. De este modo, el palo se sustentaba a través de este sistema, junto con dos  estais de proa y obenques a cada lado. No se llevaban burdas (obenques posteriores).

ALBERT FERRER, CONSTRUCTOR DE PATINES

Calafell tuvo, asimismo, un constructor de patines, Albert Ferrer, que durante el periodo que operó compartía con el constructor de Badalona, Ramón Solé, (el predecesor de Ramón Huertas y su astillero Holland) el abastecimiento de embarcaciones. Sole cubría de Barcelona hacia el Norte, mientras que Ferrer se ocupaba de la zona de Barcelona hacia el sur.

DE GUIDO DEPOORTER A GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ

La progresión del patín en Calafell tuvo en familias como los Vidal y los Fernández sus primeros pioneros. De hecho el propio Guido Depoorter, el autor del primer libro que se escribió en el mundo sobre el patín a vela, reconoció a CMDsport que fue en Calafell, donde descubrió el patín a finales de los años 50, a raíz de veranear allí la familia. “Desde la playa, vi navegar un barco que no había visto nunca antes y me enamoro”, declararía a CMDsport en marzo de 2017.

También escritores como Juan Marsé o Gabriel García Márquez descubrieron el patín a vela en Calafell, gracias al editor, escritor y político, Carlos Barral que había vivido desde niño sus veranos en su barrio pesquero y sentía por la localidad y sus pescadores una apasionada admiración.

Fue precisamente Carlos Barral quien diseñó el escudo del Club Náutico Calafell. Con sus colores corrieron patínistas como Mariano Sancho, José María Aragonés (cuñado de Barral), Federico Rubíes, Manuel Bordas, Manolo Rodés, Antonio Sánchez Sastre, Oscar Vidal, Antonio Martínez, Óscar Sorg, los hermanos Bosc (Pere Anton, Yago y Alex) Miquel y Federico Delclós, o este mismo cronista, que tras iniciarse en la vela con un optimist soñaba con emular a su padre y llegar a ser primera como él, algo que logró en el año 1979, a los 18 años.

DISEÑADO POR CARLOS BARRAL. El escudo del Club Náutico Calafell fue diseñado por el editor, escritor y político, Carlos Barral. El primer editor de Gabriel García Márquez en Españal jugó, al diseñar el gallardete, con la idea de una escota de patín para segmentar los espacios del mismo. Utilizó el color naranja porque lo consideraba un color emblemático en la cultura mediterránea. El azul reflejaba el color del mar.

JORGE MARÉ SALVADÓ, EL MOTOR

Pero fue precisamente Jorge Maré Salvadó el que impulsó definitivamente la capitalidad patinista de Calafell en la provincia de Tarragona. Desde su cargo de comodoro, y con la contagiosa pasión que le suscitó el patín fue el primer patinista ‘nacido’ como tal en Calafell que pasó a primera categoría.

Años más tarde, lo harían, como se ha dicho, este cronista, luego, Carlos Suau (a quien enseñó a navegar en optimist quien firma esta crónica) y, este 2023, lo ha hecho Jordi Sánchez, el propietario del astillero Abordo y que ha tomado el testigo como constructor de patines del calafellense Albert Ferrer, conocido en la localidad como ‘Chicus’ y anteriormente citado.

TRES CAMPEONATOS DE ESPAÑA 

Calafell fue sede del campeonato de España en el año 1969 (el año que la entidad estrenó sus instalaciones edificadas) y que ganó Albert Lluch, así como en el año 1985, que lo ganó Ramon Felipe de Montagut. Tras esas dos ediciones, el Club Nàutic Calafell llegó a organizar un tercer campeonato de España, fue en 1992. Lo ganó el hijo de Guido Depoorter, Joost Depoorter.

Precisamente, fue el campeón de España del año 1985, Ramón Felipe de Montagut, quien estuvo como presidente de la Adipav (1984-1985) entre los dos periodos en los que Jorge Maré Salvadó detentó la presidencia de la asociación, esto es, de 1981 a 1983 y, luego, de 1986 a 1988.

EL DEMOLEDOR PLAN DE COSTAS

A comienzos de los años 90, el Plan de Costas acabó llevándose por delante las instalaciones en la playa del Club Náutico Calafell e inauguradas en 1969. Fue un duro golpe.

EL PRINCIPIO DEL FINAL. La demolición de las instalaciones en la playa del Club Nàutic Calafell a raíz del Plan de Costas tuvo un impacto que acabaría siendo fatal para la continuidad de la vitalidad que había llegado a tener la entidad.

La entidad se reubicó en un local más al norte de donde estaba y durante unos años aguantó la actividad pero su masa social fue languideciendo y con ello su sostenibilidad económica, lo que le llevó a tener que asociarse con el Club de Tenis Calafell y unificar sus respectivas denominaciones.

Fue bajo esa denominación que en el año 2016, impulsado por el comodoro de la entidad, Antonio Martínez, la Adipav concedió al Club Tenis-Náutico de Calafell la organización del Campeonato de Cataluña que ganarían Quim Esteba, en primera categoría, y su hija Nina Esteba, en segunda, un hecho familiar que constituyó un nuevo récord en la clase patín a vela.

En la actualidad, el Club de Mar Calafell impulsado por Jordi Sánchez y Sergi Cadenas, se va consolidando como la alternativa definitiva a la hoy agónica entidad anterior

LA ASOCIACIÓN QUE REIMPULSÓ LA LLAMA PATINISTA 

De todos modos, la llama del patín a vela en Calafell, durante los años difíciles del Club Nautic Calafell, fue recuperada por la Associacio Pati Catala Calafell, entidad nacida en 2010, gracias al entusiasmo y dedicación patinistas como Pere Bertran, Federico Delclós y Oscar Vidal, entre otros, junto con la colaboración de Josep Inglada.

SCORING MALABARISTA EN 1988.  El co-fundador de la Associació Patí Català Calafell, Pere Bertran, haciendo ‘malabarismos’ en 1988 a bordo del patín de su padre, construido por el constructor de patines a vela de Calafell, Albert Ferrer.

Dicha asociación, que este año ha pasado a redefinirse como Associacio Pati Catala i Vela Llatina ha sido la que ha mantenido viva la pasión de Calafell por el patín a vela. Todos sus integrantes sienten devoción más por la navegación en patín a vela como disfrute, que como regatistas. Con todo, paulatinamente, aquel pasado regatista patinista de Calafell va ganando adeptos. El pasado verano fue el primero en el que volvieron a celebrarse regatas de la clase en la localidad cada domingo. En éstas tomaron parte patrones de la localidad, así como de la vecina playa de Sant Salvador. En la actualidad, los varaderos de ambas plazas reúnen a más de 80 patines a vela.

Con más o con menos regatas, lo cierto es que el Calafell patinista de hoy refleja la nueva realidad que se está construyendo en la clase. Una realidad en la que se constatan la multiplicidad de prácticas que ofrece el patín a vela: pasear, hacer travesías, salir a pescar, realizar regatas… Esa diversidad abre un futuro muy esperanzador para el patín a vela en Calafell y a la clase en general. Y es que, como dice el co-fundador de la Associacio Pati Catala i Vela Llatina, Pere Bertrán, “hay más patinistas que regatistas”.