Atudem quita hierro a los discursos apocalípticos sobre el negocio de la nieve

“Pese a que ha sido una temporada difícil en toda Europa, a las estaciones españolas les ha ido razonablemente bien en números globales, ya que Sierra Nevada, Baqueira-Beret y el Grupo Aramón han tenido resultados muy buenos”, afirma el presidente de la Asociación Turística de Estaciones de Esquí y Montaña (Atudem) y director general de Sierra Nevada, Jesús Ibáñez. Sin embargo, admite que “las estaciones más pequeñas han sufrido”. 

Cetursa Sierra Nevada cerrará el ejercicio 2023-2024 (que concluye en junio), con un récord de facturación, superando los 45,5 millones de euros de la campaña 2021-2022 y con “buenos” beneficios. “Tenemos unas condiciones de altura que nos dan mucho juego, así como el sistema más eficiente del mundo en producción de nieve”, defiende. 

MENSAJE DE SERENIDAD

“Las estaciones de menos de 2.000 metros de altura no desaparecerán por el cambio climático”, sostiene Ibáñez, aunque admite que “tendrán que invertir en tecnología, cañones e infraestructuras porque el tiempo es muy variable”, indica. Pese a ello, reconoce que “las temporadas tienden acortarse, por lo que hay que hacer rentable lo que se tiene”, mirando de sumar el máximo de kilómetros innivados.

“Las estaciones de esquí seguimos abriendo y los grandes grupos seguimos incrementando la facturación y generando niveles de empleo altísimos, independientemente de si el clima acompaña”, argumenta, recordando que “se generan muchos mitos absurdos e ilógicos alrededor de las estaciones”. A su parecer, “hay partidos políticos que están en contra de la nieve, del turismo y de generar riqueza, aunque las estaciones dan empleo a miles de personas en España”. 

NI ALARGAR EL CURSO NI CENTRARSE EN EL VERANO

Ibáñez descarta alargar las temporadas de esquí pese a la presión social. “La Semana Santa es crítica y si en toda Europa se cierra a un determinado mes es por algo, ya que en manga corta se hace difícil pensar en esquiar”, opina. 

Asimismo, considera que “centrarse en el verano tampoco es la solución, ya que supone pérdidas a todas las estaciones de España y de Europa”. De hecho, expone que “todos los ingresos que se generan durante un verano son menos que los de un sábado normal de temporada”. Pese a esta situación, “hay que abrir para vender la montaña, ya que es una actividad complementaria que sirve para generar dinero en su entorno”. 

Por lo tanto, “la solución no es ni el verano, ni cerrar estaciones, ni alargar las temporadas, sino invertir en mejoras”. En esta línea, recuerda que desde el Covid-19 se han invertido más de 100 millones de euros en España y que el 70% de las instalaciones están en manos de unas administraciones implicadas. 

INVERTIR EN TURISMO

“Uno de los problemas que nos encontramos las estaciones de esquí en España es que estas son competencia de las comunidades autónomas, por lo que no hay una campaña a nivel nacional de venta conjunta del esquí fuera del país”, lamenta Ibáñez. 

“No hemos sido capaces de captar el público británico, portugués, polaco, nórdico, alemán o de Benelux”, admite, por lo que insiste en tener un soporte estatal. En este sentido, critica que “el Ministerio de Industria y Turismo no dedique nada a la venta de la nieve, ya que hay países que tienen un gran número de esquiadores, aunque pocas estaciones, como puede ser, por ejemplo, Noruega o Suecia”. De hecho, pone Andorra, como ejemplo, “quien ha tomado la nieve como un asunto de Estado”. 

SUBIR EL PRECIO DE LOS MONITORES

Ibáñez también es partidario de subir el precio de las clases de esquí, tal como propone la Asociación de Escuelas, Profesores y Entrenadores de Deportes de Invierno (Aepedi). “Estoy de acuerdo”, afirma, por lo que insiste en tener “unas condiciones dignas, una buena remuneración y todo declarado”. 

“Necesitamos una mejor formación, más seria, certificada y continua”, apunta, recordando que “hay cientos de escuelas, por lo la profesionalización, tecnificación y rigor son mejorables”.