El fitnes español se mueve pero el gobierno sigue sin mover el IVA

La promoción de los beneficios de la actividad física y de los hábitos saludables que la iniciativa España se Mueve lleva ya un año desarrollando parece que va a ir más allá de la Comunidad de Madrid, donde se ha estado dinamizando durante este último ejercicio anual.

El plan presentado ayer en el Consejo Superior de Deportes sobre la expansión de dicha filosofía hacia el resto de Comunidades Autónomas del Estado español, de modo que se desarrolle un proyecto contra el sedentarismo que alcance a todo el país, constituye una gran noticia.

UNA SOCIEDAD MEJOR Y MÁS SANA

Y lo es, además, porque el secretario de Estado para el deporte, Ramón Lete, apadrinó dicha presentación subrayando que “la actividad física es un elemento fundamental para lograr una sociedad mejor”, así como que “la educación física es un plan de rescate para los sistemas sanitarios”.

Aplaudo ambas sentencias a pesar de que no me resultan nuevas, ya que todos los profesionales del mercado español del Fitness llevan predicándolas desde hace años.

Está muy bien que el secretario de Estado para el Deporte, Ramón Lete, inste a los ciudadanos a superar su sedentarismo y les conmine a moverse “Por ti. Por España”. Pero ademas de tales proclamas, resultaría harto conveniente que las mismas llegaran no solo a oídos de los españoles sino también, y muy especialmente, a oídos de quienes tienen poderes para reconsiderar el actual 21% de IVA que cuesta ir a los centros donde se realiza actividad física asesorada, es decir a los gimnasios.

IVA ‘SEDENTARIO’ DESDE 2012

Y es que este tipo de establecimientos tuvo que asumir hace ya cinco años (en 2012) una de las subidas del IVA más relevantes que en los últimos tiempos haya tenido que asumir un sector económico. Y es que en septiembre de aquel 2012, con el país ya sumido en una de las peores crisis económicas  que se recuerdan, los gimnasios tuvieron que pasar de aplicar un IVA del 8% a otro del 21% y muchos de esos centros optaron por acarrear ellos mismos ese incremento para intentar evitar una desbandada de abonados. Y de aquello, nadie del sector ha logrado olvidarse, especialmente los que ya no trabajan en el sector.

Así las cosas, aplaudo muy sinceramente que el secretario de Estado para el Deporte haya hecho suyas las afirmaciones del sector del fitness español que vinculan la actividad física con la salud pero insisto en que sería fantástico y tremendamente eficaz para ayudar a que la actividad física creciera aún más entre los españoles si se reconsiderara el IVA actual que los gimnasios deben aplicar a sus abonados.

EL DEPORTE TAMBIÉN ES CULTURA

Que los gimnasios españoles reclamen una bajada del IVA, además de una demanda que no es reciente, constituye, asimismo, una petición especialmente justa porque, al factor salud se le suma otro factor: el cultural. Y es que no en vano, las sociedades deportistas son más civilizadas y, por tanto, más cultas, por todos los valores que el deporte activo (no el de grada ni el de sofá) conlleva.

En ese sentido, reitero que es de justicia reclamar, cuando menos, que a los gimnasios se les aplique una reducción impositiva que permita equiparar el IVAde éstos al de los espectáculos en directo, al de las discotecas, las bibliotecas y los museos, esto es, que se reduzca del 21% actual al 10% como entró en vigor ya para aquellos establecimientos el pasado 29 de junio de este 2017.

REACCIÓN 

En conclusión, creo que ha llegado la hora de poner en movimiento al IVA de los gimnasios, de que quienes tienen poder para ello abandonen el ‘sedentarismo impositivo’ y que, con ello, abandonen la zona de confort en la que en este aspecto parecen haberse instalado.

Es necesario, en definitiva, actuar de una vez y evidenciar que las palabras se convierten en hechos. Es necesario por la salud de los españoles, por su bienestar, y por las arcas del Estado. No en vano, el importe de los impuestos que se recauda de los gimnasios mediante el IVA actual no alcanza el importe que se ahorraría en sanidad con una sociedad menos sedentaria que la actual.