Los ‘más de 500’ de la Asociación Española de Comercio Deportivo

Uno que ya lleva unos cuantos años en este mercado y ha sido testigo de varias tentativas frustradas de asociar al pequeño y mediano comercio deportivo español, no puede menos que reconocer su cierto escepticismo ante la viabilidad de este nuevo intento.

De todos modos, es cierto que en la presentación en sociedad de Asecode, en la cual había los responsables de numerosos operadores de la distribución deportiva vertebrada española pero sólo dos periodistas, detecté entusiasmo entre los promotores de esta nueva asociación que, tras culminar su proceso de creación oficial el pasado verano, se han dado cerca de nueve meses más para dar a la luz sus objetivos concretos, evidenciando con ello que les mueve la planificación y se mueven a un ritmo sin prisas pero sin pausas. Sólo estos dos aspectos ya suponen una cierta diferencia con los intentos que la precedieron.

Otro aspecto que diferencia esta tentativa es su voluntad de convencer antes que la de imponer. En la presentación del pasado jueves quedó claro que sus responsables sólo pretenden aglutinar a los que compartan sus objetivos y que anuncian absoluto respecto hacia los que no lo hagan.

Revalorizar el canal tradicional
Del global de los objetivos puede extrarse que el principal es la defensa del pequeño y mediano comercio deportivo. Los artífices de Asecode coinciden en manifestar su hartazgo de que numerosos proveedores (sobre todo los más consolidados) no les reconozcan su rol de consolidadores históricos de sus marcas ante el consumidor y que no cesen de proliferar ciertas políticas de puenteo que están abocando al comercio deportivo tradicional a una progresiva pérdida de valor ante el consumidor que les inquieta. Por eso ahora abogan por la redacción de un código ético que la asociación intentará que los detallistas y las marcas lo asuman y pongan en práctica.

Asecode se define como la Asociación Española del Comercio Deportivo. Pero esa denominación generalista precisa en su reglamentación de adscripción que sólo está abierta a empresas españolas que formen parte de la distribución deportiva y que tengan tiendas físicas. No pueden formar parte de la misma, por tanto, ni Decathlon, ni los operadores que sólo operan en internet, ni las tiendas de los proveedores.

Posicionamiento claro
En ese sentido, pues, el nombre no hace realmente la cosa pero sí la define su reglamentación. Y, personalmente, no me parece mal. Es positivo que todo el mundo sepa cuál és en realidad la representatividad que busca Asecode porque con ello anuncia a quién defenderá y a quién no.

Ese es otro aspecto que en las tentativas anteriores no se había determinado con tanta precisión y se adscribe bien a un momento como el actual, en el que los posicionamientos resultan cruciales.

Desmarque del foco comercial
“Asecode no pretende ser ninguna central de centrales”. Lo afirmó su presidente. Y me pareció bien esa precisión, pues la misma constata el desmarque definitivo con las anteriores tentativas las cuales rezumaban de un cierto olor a focalización excesiva en los temas comerciales que acabó por dispersar a los integrantes iniciales y que hoy sigue manteniendo a distancia a determinados operadores temerosos de que dicha asociación pueda pecar de “intrusismo”, por llamarlo de algún modo.

Decía antes que los efectivos que inicialmente parece que aglutina Asecode superan el medio millar de detallistas y los 700 establecimientos. Como indicaba. Las cifras no son nada desdeñables. Como tampoco lo es el potencial económico que se desprende de esa alianza.

De las palabras a los hechos
Aunque todos los operadores asistentes a la presentación de Asecode insistieron en señalar que “la criatura acaba de nacer y hay que darle tiempo”, es evidente que sus responsables deberán seguir mostrando evidencias de progresión en su enraizamiento en el sector pues sólo cuaja aquello que se sustenta en hechos.

En ese sentido, son necesarias las definiciones de objetivos pero lo son tanto o más las culminaciones de metas, aunque sean volantes.

A los periodistas presentes en la presentación se nos pidió apoyo. No era necesario, al menos en el caso de CMD. Desde CMD siempre hemos sido partidarios de que la distribución se organice y defienda sus valores y cuando eso ha sucedido nos hemos hecho eco de ello.

Sin embargo, esa vocación de apoyo que historicamente ha otorgado CMD no constituye ningún cheque en blanco. Los apoyos, como antes decía, se ganan con hechos.

Ganar y consolidar representatividad
Por eso, animo a los impulsores de Asecode a no desfallecer en este intento. El pequeño y mediano comercio necesita de alguien que defienda sus intereses, a alguien que haga creer a sus integrantes en su potencialidad y coordine su lucha para seguir al pie del cañón.

Estoy convencido de que si hoy la cifra de posibles adscritos supera los 500 minoristas y los 700 comercios, esa cifra puede crecer mucho más, pues el potencial no radica en las centrales en sí (que también), sino en muchos detallistas a título individual (del running, del pádel, de los deportes de montaña, del canal ciclista, del fútbol y del resto de deportes de equipo, etc…) que pueden sumarse a la adopción de medidas que les permitan hacer frente a las amenazas que siguen cerniéndose (y creciendo) diariamente sobre ellos.