(15-3-2018). La falta de bicicletas de los modelos más vendidos, especialmente de aquellos con un valor superior a los 3.000 euros, preocupa a algunas tiendas de ciclismo. La percepción es que las marcas están pensando ya en la nueva temporada y que el calendario de presentaciones actual perjudica sus posibilidades de reposición y sus márgenes.
No es un fenómeno nuevo de esta campaña, pero la escasez de bicicletas continúa siendo un hándicap para algunos operadores del sector ciclista. Si bien los proveedores de bicicletas han decidido echar el freno a las producciones para evitar las liquidaciones de final de temporada, ahora hay un déficit de stock de algunos de los modelos más vendidos, especialmente según las fuentes consultadas, de los de gamas medias y altas.
El coordinador de las tiendas de Biking Point, Marc Rodrigalvarez, percibe que “este año va a haber escasez de los productos más vendidos en determinadas marcas, y de hecho, algunos modelos ya se han agotado o se van a agotar en los próximos meses”. Rodrigalvarez señala, asimismo que, paradójicamente, se va a producir un sobrestock en otro tipo de bicicletas, “con un distribuidor que no tiene margen de maniobra porque el mercado es muy dinámico y cambiante”.
Las marcas quieren que funcionemos como un concesionario de coches, que se pida el producto y se espere a la fabricación
El propietario de Ciclos García, Oscar García, asegura que bicicletas de gama baja “hay desde hace unos 15 días”, pero en cambio faltan los modelos con precios superiores a los 3.000 euros, “o bien las fechas de entregas son muy largas”. Según García, las marcas tienen intención de que “funcionemos como un concesionario de coches, que se pida el producto y se espere a la fabricación”. Sin embargo, el detallista cree que “el consumidor no entiende esta situación y acabará comprando dónde llegue antes la bicicleta”.
ESPERAS DE 3 Y 4 MESES
También desde Bicicletas Sanchís, su propietaria, Anna Cháfer, lamenta la falta de bicicletas en gamas altas y los tiempos de espera “de 3 o 4 meses”. La detallista asegura ir todo el año a contrapié: “te obligan a comprar en el verano anterior, nos llegan las bicicletas cuando no se venden y cuando necesitamos reponer, no hay stock o tarda mucho en llegar”. Este sistema es, para Cháfer, muy poco efectivo para las tiendas y los clientes.
Por su parte, Daniel Astolfi, de Bicicletas Astolfi, se queja de que “los mayoristas cada vez son menos mayoristas y pretenden que los minoristas seamos más mayoristas”. En su caso, de las dos marcas principales con las que trabaja, “una dispone de un stock más o menos adecuado, pero la otra no, y eso tanto en gama media y alta como en baja”.
Me he encontrado con muy pocos casos de anulación de pedido por parte de consumidores porque éstos saben que todas las marcas están igual
Más moderado se muestra uno de los socios de Bicitotal, Francisco Ramil. El minorista declara que existe escasez de bicicletas entre comillas, “no es un problema muy exagerado”. Ramil considera, además, que el cliente cada vez está más acostumbrado a esperar un tiempo determinado para recibir la bicicleta y dice haberse encontrado con muy pocos casos de anulación de pedidos “porque todas las marcas están igual”.
Los operadores del canal ciclista consultados coinciden en la escasez de bicicletas eléctricas. De hecho, desde Bicitotal indican que si hubieran dispuesto de más producto de este tipo, “habríamos vendido más”. En el mismo caso se encuentra Biciclick, una de las principales cadenas de distribución de e-bikes, según declara su consejero delegado, Fernando Martín. De ahí que Biciclick haya decidido ampliar el número de proveedores de bicicletas eléctricas para evitar quedarse sin stock.
Reducción de las programaciones
Algunos detallistas se quejan del sistema de presentaciones y programaciones, que según su criterio, perjudica las ventas de dos maneras. La primera sería obligando a liquidar a precio rebajado el producto de temporada antes de julio, cuando el cliente ya conoce gran parte las nuevas bicicletas. Y la segunda, requiriendo que los minoristas hagan una inversión importante a meses vista, sin la seguridad de poder reponer en caso de necesidad.
Ante lo que está pasando muchas tiendas van a reucir sus programaciones del año que viene
“Las marcas juegan con nosotros, te exigen unas programaciones, te prometen que te van a servir y luego no cumplen. Es una situación insostenible”, comenta Óscar García. El detallista, que pide a las marcas “una reducción en el número de colores de los modelos”, opina que de cara a la nueva temporada, “muchas tiendas van a reducir las programaciones”.
El modelo de presentaciones actual provoca, según uno de los socios de Bicitotal, Francisco Tamil, que los clientes “se esperen a comprar en julio, porque saben que en ese momento tendrás que hacer ofertas”. “Esta cuestión sí que me parece preocupante, el comerciante soporta la falta de stock y además ve reducido su margen comercial”, sostiene el minorista.
Las presentaciones de nuevas colecciones deberían volver a septiembre
Desde Bicicletas Sanchís confirman que van a optar por programar menos y certifican que el sistema “perjudica a las tiendas y a los clientes, mientras beneficia a los distribuidores porque todo lo que envían lo tienen vendido”. Anna Cháfer reclama que las presentaciones de los nuevos modelos se hagan a partir de septiembre, para dar más margen de maniobra a los comercios los meses de verano, teniendo en cuenta que “muchos distribuidores al tener los nuevos modelos ya no te dan stock de los antiguos”.
Sin embargo, resulta difícil que los fabricantes puedan ajustar la producción a la demanda del mercado. El coordinador de las tiendas de Biking Point, Marc Rodrigalvarez, sostiene que para las marcas es complicado saber qué bicicletas se van a vender a 6 u 8 meses vista. “De hecho, ya es complicado para nosotros detectar la demanda del cliente, cuando tenemos un contacto directo, puesto que el mercado es muy dinámico y cambiante”, concluye Rodrigalvarez.
Competencia online de las propias marcas
Daniel Astolfi reconoce que los minoristas deben adaptarse a la situación actual de mercado, si bien subraya que no va a programar tanto de cara a la nueva temporada. Con todo, el minorista reconoce verse obligado “a trabajar con varias marcas para poder ofrecer una variedad al cliente y poder vender alguna cosa”.
Por último, Astolfi se muestra preocupado por la tendencia de las marcas, tanto de bicicletas como de componentes y accesorios, de vender directamente por Internet. Es un hecho que demuestra, según su visión, que el sistema va a ahogar a los minoristas, a favor del beneficio de las propias marcas y de los grandes operadores en la red como Amazon.
Esta claro que las marcas no saben hacer su trabajo, programar adecuadamente y stockar producto para dar servicio, continuidad y reposición a las tiendas. Solución, que las tiendas hagan lo que no saben hacer las marcas que programen y stocken para asegurarse continuidad y reposición, y si fallan que se coman el producto o lo salden reventando el mercado.