¿Dónde están las mujeres que aún no han vuelto a los gimnasios?

Tras un enero algo decepcionante, febrero devolvió las esperanzas a los gimnasios españoles que firmaron su mejor cifra de recuperación de socios desde la reapertura, según el balance de Fitness KPI, situándose en un 79%. Porcentaje que indica que, de media, los centros deportivos españoles están solo a un a priori asequible 21% de volver a niveles de usuarios pre-Covid.

Vuelven los usuarios y se normaliza la afluencia de público en los clubes de fitness, aunque en la mayoría se siguen echando en falta dos colectivos clave. Por un lado, los adultos mayores, aún condicionados por el avance de la pandemia y el consiguiente miedo al contagio en espacios cerrados y concurridos. Por otro lado, el público femenino, tradicional usuario de las salas de actividades dirigidas y zonas cardio de los centros, que se han visto en los últimos meses desangeladas, y no sólo por las restricciones imperantes en cada momento.

En un nuevo 8M, Día Internacional de la Mujer, analizamos las causas que podrían haber llevado a que el fitness no haya conseguido volver a seducir al público femenino, o quizás sí que lo haya hecho y ha vuelto, pero no a dónde se le esperaba.

4% menos de usuarias

La ausencia del público femenino ha variado irremediablemente la distribución por sexos de los usuarios de centros deportivos. En 2019, la proporción general se encontraba en un 50,8% de hombres frente a un 49,2% de mujeres, de acuerdo al VIII Informe del Mercado de las Instalaciones Deportivas, de la consultoría MAS, aglutinando más usuarios hombres las instalaciones de bajo precio, y más mujeres los concesionales y la oferta privada no low cost.

Sin embargo, tal y como apunta el Informe sobre el nuevo consumidor de gimnasios post-pandemia de Fitness KPI, a fecha de octubre de 2021, la distribución por sexos habría inclinado la balanza hacia el público masculino en una proporción de 52,1% a 47,9% de mujeres. De media, en estos dos últimos años, los gimnasios españoles han perdido un 4% de presencia femenina.

Restricciones, miedos y roles

Para la mayoría de operadores de centros fitness, las restricciones de aforo que afectaron especialmente a las clases dirigidas, de uso tradicionalmente mayoritario femenino, y la obligatoriedad de uso de mascarilla, que altera especialmente la actividad en sesiones cardio, son algunas de las razones que ahuyentaron especialmente al público femenino de los gimnasios en el último año y medio. A ello se suma un teletrabajo que ha concentrado gran parte de la actividad diaria dentro de las paredes del hogar y una carga familiar que se ejemplifica concretamente en el cuidado de menores y mayores, reduciendo el tiempo libre y aumentando el miedo a contagiar a terceros.

El resultado es que, a diciembre de 2021, el perfil predominante de los gimnasios eran hombres, de edad joven mayoritariamente, con un enfoque más dirigido a la musculación y la fuerza.

Boutique, refugio femenino

Habiéndose cumplido dos meses de este 2022, la situación actual ha mejorado, léase el 79% de recuperación de socios, pero aún faltan adultos mayores y mujeres por recuperar. Para algunos operadores fitness, la clave estará en la erradicación de la obligación de usar mascarilla en el interior de los gimnasios, y en la normalización de las jornadas laborales presenciales. Siempre y cuando, el curso de la pandemia acompañe.

Aunque otras voces del sector apuntan a que la mujer podría haber vuelto al sector del fitness, pero no a su club habitual. Así lo sugiere una investigación liderada por Gisdor, de la Universidad de Sevilla, en la que se apunta a un modelo de negocio fitness en concreto que podría estar atrayendo con éxito a las mujeres; el boutique. De acuerdo a esta investigación, el público femenino estaría viéndose más atraído por esta oferta debido a aspectos como “programas orientados a resultados que se perciben en poco tiempo, un alto grado de socialización efectiva, personalización y trato individualizado, y horarios adaptados a su disponibilidad”, aún condicionada por la pandemia.

Fenómeno que habrían comenzado a notar los principales operadores de estudios boutiques, entre los que se encuentra CrossFit. De acuerdo a la responsable de la enseña en España, Natalia Díez, “por primera vez, la participación en los CrossFit Games se ha igualado, representando las mujeres casi el 47% del total”. Hecho que atribuye a que “el CrossFit es un deporte muy inclusivo, se adapta a todo tipo de condiciones, y muchas mujeres lo probaron cuando cerraron las instalaciones deportivas habituales, más por pura necesidad de hacer alguna actividad deportiva que por voluntad, y se han enganchado”.

En el caso de la segunda cadena de centros boutique con mayor número de efectivos, con 152 clubes en 9 países, Brooklyn Fitboxing, la participación femenina es aún más significativa, encontrándose de media actualmente en un 70-30%, mayoría usuarias.

A lo que se suma la oferta de fitness doméstico, que si bien ha moderado su uso con la reapertura de los gimnasios, sigue copando una notable tasa de seguidores.

¿Será que las mujeres han encontrado al fin la oferta que realmente satisface sus necesidades actuales? ¿Están los gimnasios convencionales esperando a un público que, en una proporción más o menos significativa, se fue para no volver?