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En 20222 facturó creció un 8% tras facturar 1,8 millones de euros

Bimont reactiva sus ventas con el turismo frente a la apatía del cliente nacional

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DOS DÉCADAS. Enrique Riera, gerente de la cadena mallorquina de tiendas de bicicletas, Bimont, lleva vinculado profesionalmente con la enseña desde hace veinte años.

(11-4-2023). Con la llegada de los primeros turistas a la isla de Mallorca el pasado mes de marzo, Bimont logró reactivar sus ventas de bicicletas, tras un inicio de año con escasa demanda debido a que “el cliente nacional ha parado mucho sus compras”, según indica el gerente de la cadena, Enrique Riera.

El primer trimestre de 2023 ha sido para Bimont “bastante peor que el año pasado”, con un febrero muy malo, seguido de una ligera recuperación en el mes de marzo. “Llevamos unos días con extranjeros en Mallorca y lo hemos notado bastante, hacen crecer el volumen de ventas, volvemos a hacer caja como antes”, apunta Riera.

Bimont cuenta con una clientela consolidada de turistas extranjeros que disponen de segunda residencia en la isla. En su mayoría alemanes y nórdicos, se caracterizan por su gran capacidad adquisitiva: “en un día hacen el gasto que el cliente nacional en una semana”, señala el directivo.

Las preferencias de esos clientes extranjeros se dirigen hacia las bicicletas eléctricas, para un uso familiar o con amigos, adquiriendo desde mountain bikes de supensión delantera, hasta ebikes de trekking o urbanas premium. Sus compras llegan a suponer entre el 50% y el 60% de la facturación anual de Bimont, según Riera. La cadena concluyó 2022 con unos ingresos de 1,8 millones de euros, un 8% más que en 2021.

Preocupación ante la anodina demanda nacional

La previsión de Riera es que durante este abril, y en los meses sucesivos, se incremente la presencia de turistas comprando bicicletas de 3.500 euros en adelante. En cambio, el gerente señala que “nos preocupa más el cliente nacional, le cuesta decidirse y está costando mucho sacar bicis de entre 1.000 a 3.000 euros”, que es la horquilla en la que se mueve ese perfil.

Al respecto, Riera reflexiona que, tras la euforia del bike-boom, es normal que durante un tiempo haya menor volumen de ventas de bicicletas, hasta que los usuarios necesiten cambiar de bici. A la par, entiende que la situación económica no es la más favorable para impulsar el consumo nacional.

Por otra parte, el detallista apunta que también en Mallorca se da una situación de “exceso de oferta en bicis con muchas tiendas haciendo descuentos importantes porque hay demasiado stock”.

Programaciones detenidas

“No teníamos bicicletas y ahora tenemos de más”, sentencia Riera. El detallista manifiesta que Bimont ha paralizado todas las programaciones y ha iniciado “una dieta de adelgazamiento”, esperando a que “se desinfle la burbuja para volver a adquirir más bicicletas”. Riera manifiesta que “muchas tiendas están sufriendo a nivel financiero a causa del sobrestock”.

El detallista expone que “las tiendas tenemos una capacidad muy inferior a la de los fabricantes, cuando ya te han enviado un sobrestock enorme hay que decirles que paren porque una tienda no tiene tanta capacidad de absorción, ni por espacio ni por dinero”. Riera añade que “las marcas ya lo están entendiendo y están siendo más flexibles”.

Previsible pérdida de margen este 2023

La situación ha llevado a Bimont a realizar “algunas liquidaciones en modelos concretos, pero no de manera generalizada en todas las bicis”. El gerente prevé que este año, tanto el margen como la facturación de sus establecimientos en conjunto serán inferiores a los de 2022.

Riera concluye que “hay que pasar este año y esperar que 2024 sea más relajado, ya no pedimos que se venda más, pero sí que las condiciones financieras sean más favorables”.


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