(8-11-2023). El presidente de la Federación Aragonesa de Deportes de Invierno (FADI), José Ricardo Abad, insta a las estaciones de esquí aragonesas a funcionar todo el año y a colaborar con las administraciones para desestacionalizar el territorio. “Ése es un reto que está costando”, admite.
El presidente de la Federación Aragonesa de Deportes de Invierno (FADI), José Ricardo Abad, asegura que las estaciones y las administraciones aragonesas deben colaborar para operar todo el año. Como caso de éxito, el directivo pone el ejemplo de los Dolomitas, donde las estaciones son “un parque de atracciones en verano”, con una fuerte apuesta por la bicicleta.
“Aragón es el territorio más cojo de España en este aspecto”, reconoce. Según apunta, habría que apostar por la bicicleta eléctrica y los circuitos de mountain bike para impulsar el territorio de nuestra Comunidad los 365 días del año. Según afirma, “Baqueira-Beret lo ha hecho, pero la mayor parte de las estaciones de Aragón han estado totalmente cerradas este verano”.
MÁS EMPLEO Y MAYORES INVERSIONES
El directivo sostiene que, de hacerlo, se podría ofrecer un trabajo estable a las personas que quieran vivir en la montaña todo el año y que las empresas del territorio realizarían más inversiones. Según sentencia, “cualquier gasto es elevado si solo se puede amortizar durante cuatro meses al año”.
Para Abad, un ejemplo de colaboración con la administración es el de la estación de Panticosa, propiedad de Aramón, con el ayuntamiento de la localidad. En verano, el telecabina da servicio a los turistas que visitan los Ibones de Panticosa y tiene una serie de circuitos para bicicletas de montaña. También se han adaptado senderos alrededor del pueblo, se han instalado pasarelas encima del río y se instalará un tobogán de descenso de montaña.
MÁS CALIDAD
De cara a la inminente temporada blanca 2023-2024, Abad pide al sector español de la nieve seguir potenciando la calidad. “La principal competencia que tiene el esquí aragonés y el español es Europa, que ofrece grandes dominios accesibles y una elevada calidad”, explica.
“Hay que demostrar que no tenemos nada que envidiar, pero hay que creérselo y mejorar, y no solo dar a conocer que somos una alternativa por el precio”, subraya. “Ser barato es peligroso: para captar al cliente nunca hay que bajar los precios, sino ofrecer mejores infraestructuras, servicios y comunicaciones”, añade.
PERSPECTIVAS POSITIVAS DE CARA A ESTA CAMPAÑA BLANCA
Abad se muestra optimista de cara a la próxima temporada y augura un curso “igual que el anterior, pero con un inicio mejor”. Según añade, “La pasada campaña 2022-2023 se empezó con poca nieve, pero luego se remontó, firmando uno de los mejores febreros de la historia, por lo que, al final, se pudo considerar como bastante buena”, valora.
El Grupo Aramón concluyó la temporada 2022-2023 con una afluencia a sus estaciones de 999.985 personas, esto es, 136.000 esquiadores menos que la temporada anterior, cuando se batieron todos los récords. Sin embargo, según recuerda Abad, la temporada 2021-2022 fue “irreal” por el fin de la pandemia.
El máximo responsable de la Federación Aragonesa de Deportes de Invierno destaca que la “nieve está por encima de factores externos como las subidas de los precios, las crisis económicas o las situaciones geopolíticas”. “Cuando el tiempo acompaña, todo esto queda de lado y así se ha demostrado siempre”, subraya. “Si hay buena nieve, el cliente hace el esfuerzo”, sentencia.
LUCHA CONTRA EL CAMBIO CLIMÁTICO
“Todos debemos aportar nuestro grano de arena en la lucha contra el cambio climático”, afirma Abad, recordando que “ya hemos aprendido a pisar, cuidar y trabajar la nieve con la ayuda de la tecnología”. Sobre esta cuestión, el directivo insta al sector a “ser positivos” y a “ver el vaso medio lleno”, por lo que “hay que trabajar en lo que tenemos”.
Sin embargo, critica que haya una parte de la sociedad “muy interesada en hablar mucho sobre el cambio climático” y dando el mensaje de que las estaciones “contaminan y ensucian”.
“Hay que buscar fórmulas de entendimiento porque, guste o no guste, las estaciones de esquí y de deportes de montaña son un motor económico en muchos territorios de montaña de la España vaciada”, asegura. Según concluye, “en Europa ya se ha demostrado: el ganado y las bicicletas pueden convivir sin hacerse daño, creando riqueza y puestos de trabajo”.
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