Sala Batec invierte dos millones de euros en su rocódromo de Sabadell

Sala Batec se afianza en el Vallès Occidental con la apertura de su segundo rocódromo. Esta instalación abrió sus puertas por primera vez el pasado 17 de junio en Sabadell, aunque uno de sus fundadores, Carles Bosch, reconoce que la actividad propia del centro no arrancó hasta los pasados meses de septiembre y octubre a causa de la baja afluencia registrada en julio y agosto por ser meses eminentemente vacacionales. Con una inversión de más de dos millones de euros, la instalación ocupa 3.100 metros cuadrados con lo cual se convierte en la instalación más grande de la cadena.

La nueva sala está diseñada como un Boulder comercial con climatización, y cuenta con zona de bar, vestuarios, un gimnasio de unos 400 metros cuadrados y una sala para actividades dirigidas, entre otros espacios. En estas instalaciones, al contrario que en Sant Quirze, no existe zona de cuerda.

ROCÓDROMOS A LA ALTURA DEL ESTÁNDAR EUROPEO

La empresa, que cuenta con 15 empleados, celebró el pasado sábado, 4 de noviembre, el sexto cumpleaños de l rocódromo de Sant Quirze del Vallès, que ocupa 260 metros cuadrados. Carles Bosch valora que, tanto el sector en general como la empresa, han vivido muchos cambios desde que se inició el proyecto. El directivo señala que Sala Batec “se convirtió en uno de los primeros rocódromos comerciales en España porque había muchos centrados en la actividad pero no en el ocio”. El sistema de graduación de dificultades por colores hace que cualquier persona sin conocimientos pueda escalar, añade.

El empresario indica que los centros cada vez son más completos, incluyendo gimnasios y diferentes servicios que ya alcanzan el estándar de calidad europea. Añade también que, hace diez años, había menos exigencia y que las instalaciones eran más pequeñas.

300 ABONADOS EN SALA BATEC

Carles Bosch explica que, actualmente, el 80% de sus abonados disponen de una cuota mensual que les permite visitar ambos rocódromos, “porque son complementarios y solo supone un coste adicional de unos 4 euros al mes”. La cuota básica mensual para un adulto en esta modalidad es de unos 49 euros, explica. En total, la empresa ya cuenta con más de 300 abonados, aunque la mayoría de las personas acuden con un bono de 10 entradas.

Preguntado sobre si la empresa planifica abrir nuevos rocódromos en lo que queda de año o de cara al siguiente, Bosch reconoce que, aunque no se cierra a nuevas oportunidades, actualmente la compañía se centra en “terminar de arrancar la instalación de Sabadell y en consolidarla”.

El empresario prevé que la cadena termine el año con unos ingresos que sean más del doble que el año pasado, mientras que para 2024, pronostica que “se deberían triplicar, teniendo en cuenta la nueva apertura de este año”. Con todo, no da cifras concretas.

KIMERA SE CRECE EN GAVÀ

Carles Bosch también es el responsable de otra empresa de rocódromos, Kimera Climbing, que actualmente cuenta con una sola instalación de 1.000 metros cuadrados en Gavà, en la calle Barcelona. Es una sala pensada para escaladores de todos los niveles y edades que cuenta con servicio de cafetería, alquiler de material, vestuarios y gimnasio.

Este centro ha demostrado su resiliencia después de que un rocódromo de la cadena Sharma Climbing se estableciera a escasos 150 metros del local cuando llevaba un año de funcionamiento.

Carles Bosch describe la experiencia de vecinaje con el centro de Sharma Climbing en Gavá como “un reto para quitarse los complejos” . Asegura que la misma “se convirtió en un incentivo para mejorar, cuidar mucho al cliente y tratar de hacer las cosas bien”.

La actividad de Kimera “es rentable”, según sostiene Carles Bosch, y, según añade, es una enseña podría llegar a más localidades en un futuro, aunque actualmente está centrada en mejorar su servicio en Gavá.