(9-9-2016). La Dirección General de Protección de Consumidores y Usuarios del Gobierno de Aragón ha recomendado a los ciudadanos que a la hora de elegir gimnasio se informen bien acerca de las modalidades de pago y de los procedimientos para darse de baja.
El organismo de consumo recuerda que tras las vacaciones de verano son muchos los ciudadanos que inician la búsqueda de una gimnasio y para orientarles hace una serie de recomendaciones que deben ser tenidas en cuentas para hacer una elección adecuada.
Respecto a los métodos de pago, tarifas, matrículas y procedimientos para darse de baja, el director general de Protección de Consumidores y Usuarios, Pablo Martínez, recomienda asegurarse de que las tarifas y el precio de la matrícula están claros, especificando los pagos que debe realizar el cliente por los costes del servicio así como los gastos adicionales.
Además, es conveniente comparar tarifas de diferentes establecimientos, así como las de un mismo gimnasio si ofrece descuentos dependiendo de que el pago sea mensual o por periodos más largos. Los responsables aconsejan solicitar un mes de prueba por si no estamos muy seguros.
Bajas y contrato
Los procedimientos para darse de baja son otro de los apartados que suelen acarrear problemas al consumidor, y en este sentido es importante informarse de si el gimnasio ofrece la posibilidad de suspender voluntariamente durante algunos periodos el servicio por parte del usuario y el coste de esa suspensión.
Como en cualquier otro servicio, se debe exigir un contrato con las condiciones, requisitos, tarifas y procedimientos de baja. Todos los establecimientos están obligados a tener un servicio de atención al cliente que atienda las quejas, así como hojas de reclamaciones a disposición del ciudadano. Además, elegir un centro que esté adherido al Sistema Arbitral de Consumo garantiza que se puedan dirimir las posibles controversias entre el gimnasio y el cliente de forma ágil y gratuita.
Instalaciones y normas
Asimismo, Consumo recomienda pedir información sobre las distintas actividades y su dificultad así sobre las normas de uso de las instalaciones. También es recomendable comprobar el estado de los equipamientos y las instalaciones: número de aparatos, dimensiones de las salas de ejercicios acordes al número de usuarios o estados de los servicios complementarios como saunas o aparatos bronceadores.
La existencia de asesoramiento médico, una buena preparación profesional de los monitores y la atención personalizada garantizarán un buen servicio adaptado a las características físicas de cada usuario, concluyen las fuentes.
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