(5-4-2024). El entrenador especializado en escoliosis y espalda, Diego Cano, asegura que para tratar la escoliosis hay que vencer a la gravedad con entrenamientos de fuerza, en lugar de entrenar mediante la natación o pilates. Cano recuerda la necesidad de estar bien informados.
Diego Cano es licenciado en Cafyd, entrenador personal y readaptador y especialista en escoliosis.
El entrenador especializado en escoliosis y espalda, Diego Cano, asegura que muchas veces atiende a personas que “no saben qué les pasa porque el sector sanitario siempre va con mucha prisa y no da mucha información”. Por lo tanto, además de informar a sus clientes y realizar entrenos de fuerza, apuesta por implementar hábitos deportivos y que se aprenda a respirar correctamente.
¿Cuáles son los principales tipos de escoliosis y lesiones de espalda que atiende?
Principalmente, a personas con cualquier tipo de escoliosis, así como aquellas que tienen dolor de cadera, que han tenido una fusión vertebral o les han puesto una prótesis de cadera.
Las personas deben ser conscientes de su posición
¿El entreno de la persona es distinto en función del tipo de patología?
Más allá de tomar el sol o tener una buena nutrición, necesito que la persona respire y lo haga bien, es decir, que sea consciente de su respiración. Por lo general, apuesto por colocarlo en ciertas posiciones ventajosas que solucionen sus problemas. Las personas deben ser conscientes de su posición y hacer que aquellas estructuras que no son funcionales se recuperen.
¿Qué tipo de ejercicio recomienda para cada tipo de escoliosis?
Depende. Por ejemplo, en una escoliosis de cuatro curvas, intento tumbar al paciente sobre su costado izquierdo y le pongo una cuña en la zona lumbar, mientras que cuando es de tres curvas, la pongo más cerca de la zona de la pelvis porque no está tan expandida. Aparte de esto, no hay muchas diferencias entre las patologías, puesto que hay que reeducar el cuerpo, hacer autoprospección y realizar ejercicios de fuerza. La mejor manera de vencer a la gravedad es entrenar fuerza.
Muchas veces atendemos a personas que no saben qué es la escoliosis
¿Cómo funciona una sesión con usted?
Todo empieza con una evaluación de la escoliosis que se acompaña de mucha información. Muchas veces atendemos a personas que no saben qué es la escoliosis o no acaban de saber qué les pasa. Esto ocurre porque el sector sanitario siempre va con mucha prisa y no da mucha información. A partir de este punto, nuestra tarea se basa en hacer ejercicios de acuñamiento y tratar la respiración. Sin embargo, lo más importante siempre es tener hábitos deportivos. Estos ejercicios se tienen que hacer diariamente para poder mejorar más de prisa. Entrenamos a las personas una o dos horas a la semana, pero lo importante es poderlo replicar en casa correctamente.
Hasta ahora, ¿qué ha aprendido?
Algo que no tiene que ver con el entrenamiento. Para que una persona entrene, primero hay que empatizar con ella y conocer sus necesidades. No nos vale ir rápido. Una cliente tiene que entender por qué hace algo, lo que servirá para que entrene durante mucho tiempo. Todo debe ser a largo plazo. Necesitamos que cada cliente se reconvierta en la persona que quiere ser día a día.
Si una persona es capaz de levantar una barra de 50 kilogramos, no se hará daño agachándose a por una maceta
¿Cuál es el índice de éxito?
El mayor índice de éxito es mantener el máximo tiempo posible a una persona entrenado y que le guste lo que hace.
¿Cómo puede ayudar el entrenamiento de fuerza a tratar la escoliosis?
Para tratar la escoliosis hay que vencer a la gravedad. Si no se tiene en cuenta esto, no se mejorará. Si una persona es capaz de levantar una barra de 50 kilogramos, no se hará daño agachándose a por una maceta. Dicho de otro modo: hay que dar pequeñas dosis de veneno para volverse inmune a lo que hay que vencer. Si se está fuerte, cualquier cosa que venga se podrá solventar.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que hasta ahora se han recomendado ciertos ejercicios que no sirven para vencer a la gravedad de manera correcta. La natación, por un lado, se practica en el agua, por lo que no se soporta la misma carga, mientras que en pilates los ejercicios se han tumbado o de lateral, por lo que se hace lo mismo que con un entreno de fuerza. Todas son herramientas que sirven para tratar la escoliosis, pero hay que entrenar fuerza, sí o sí.
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