Bestard detecta los primeros síntomas de recuperación del mercado outdoor

Igual que ha sucedido en otros sectores del deporte, como el ciclismo o el pádel, el retail de los deportes de montaña realizó el pasado año programaciones “muy optimistas”, empujado por las grandes ventas registradas tras los inicios de la post pandemia y como reacción a la escasez de producto que se vivió en aquel período.

El director comercial de la Calzados Bestard, Mats Lindholm señala que en las pasadas programaciones las tiendas pidieron “más de lo normal” y, al haberse producido una ralentización de la demanda este año 2023, han padecido una sobrecarga de producto. Ello ha propiciado que “las tiendas han estado intentando vender todo su stock sin hacer grandes reposiciones”.

Como consecuencia de ello, también suministradores y fábricas acumulan un exceso de producto. Lindholm indica que esa es la tónica general a nivel internacional. Además, dado que las factorías producen lo mínimo y compran poca materia prima, está cundiendo el nerviosismo entre los grandes suministradores de materias primas.

Casi un 20% de caída en las ventas

En el contexto actual, las ventas de Calzados Bestard en lo que llevamos de año han caído en torno a un 18% o 19% respecto al mismo período del año anterior. No obstante, Lindholm recuerda que 2022 aún fue uno de “los años ‘locos’ tras la pandemia”. El directivo destaca que los ingresos de este 2023 de la empresa están por encima de los de 2019, último año que estima que se puede tomar como “un referente normal”.

Calzados Bestard pasó de facturar 4,98 millones de euros en 2019 a 7,15 millones de euros en 2021. El pasado año, la compañía lo concluyó con unos ingresos de 6,5 millones de euros.

El directivo afirma que “la gente no deja de ir a la montaña, se mantiene la demanda de botas de outdoor, pero no con la alegría de los últimos años”. Al respecto, Lindholm recuerda que el coste del nivel de vida ha subido en general, incluyendo el precio de las botas tras el encarecimiento de materias primas y transporte.

En ese contexto, los clientes no renuevan sus botas tan frecuentemente como en situaciones económicas más favorables. “Esperan a comprar unas nuevas botas hasta que es preciso, pero tarde o temprano necesitan hacerlo”, señala.

Nichos para la exportación

Las exportaciones están suponiendo un 35% de la facturación de Calzados Bestard en lo que llevamos de año. Lindholm manifiesta que la compañía ha logrado ocupar ciertos nichos de mercado en países del extranjero, obteniendo licitaciones con diferentes administraciones públicas para el suministro de productos como las botas de rescate.

El directivo explica que los numerosos desastres naturales, como terremotos o inundaciones que lamentablemente se han producido en numerosos países del mundo, han provocado un aumento de demanda de material para equipos de rescate. Entre los principales clientes extranjeros de la compañía se encuentran Australia, Reino Unido, Francia, Suecia y Turquía.

Volver a la normalidad

Lindholm se muestra optimista cara a los próximos meses. El directivo recuerda que es en el último tramo del año, que empieza ahora, cuando se abre la temporada alta para la venta de botas. Además, señala que “las tiendas están bajando sus stocks y empezaremos a reponer y vender a un ritmo más normal, es una cuestión de paciencia”.

El directivo acepta que, en todo caso, no se repetirá la euforia de demanda post-pandemia. De hecho, Lindholm espera que se produzca una vuelta a la normalidad tras “tres años muy volátiles en los que se ha pasado de un extremo a otro y ha sido muy difícil trabajar y planificar”.

PROFUNDIZAR EN LA COOPERACIÓN

Lindholm añade que han sido unos años muy complicados no solo para los fabricantes, sino, evidentemente, también para las tiendas. El directivo expone que desde Calzados Bestard el enfoque principal ahora es “profundizar la cooperación con las tiendas, para ver cómo podemos salir de esta situación y seguir avanzando conjuntamente, apoyándonos mutuamente”.

Lindholm concluye que su red comercial ya se encuentra en ruta para “desarrollar una gestión individualizada con cada cliente y así adaptarnos a la necesidad de cada uno y ser más eficientes en nuestra labor comercial”.