Calzados Bestard apunta a 5,5 millones de euros de facturación este 2023

El director comercial de Calzados Bestard, Mats Lindholm, destaca que, pese a las grandes complicaciones de mercado vividas en 2023, la compañía prevé concluir este año con una facturación de 5,5 millones de euros, lo cual supondrá un incremento de ingresos de alrededor de un 20% respecto a 2019, último año “normal” antes de la pandemia.

El directivo considera que las facturaciones de los años 2021 y 2022 no se deben tener en cuenta como punto de comparación, dada la excepcionalidad experimentada con un boom de demanda en el sector outdoor al salir de la situación de pandemia. Calzados Bestard ingresó 7,15 millones de euros en 2021 y 6,5 millones de euros el pasado 2022.

Los obstáculos de 2023

Lindholm se refiere a diferentes factores que han dificultado enormemente el desarrollo de negocio en 2023. Por una parte, la conocida situación de sobrestocks tanto en tiendas como en los almacenes de los proveedores. Al respecto, indica que “afortunadamente ya se va regularizando y existe una confianza general entre diferentes actores del sector respecto a que en 2024 el mercado se va a ajustar con una mejor relación de stocks y demanda”.

Por otra parte, el directivo apunta que “la demanda ha bajado, pero no está muerta; se ha situado a un nivel similar a los que eran normales en tiempos pre-pandemia”. Lindholm apunta que el contexto de incertidumbre económica y encarecimiento del coste de vida supone un freno para la compra de productos deportivos. “Ahora el aficionado compra unas botas solo cuando necesita renovarlas, en cambio en momentos de mayor alegría económica hay más compras de impulso”, apunta.

Indicios de recuperación en España

Aún y así, Lindholm mantiene que el mercado nacional ha empezado a mostrar signos de recuperación desde el pasado mes de septiembre. En particular, las demandas se han acelerado para Calzados Bestard en el último mes, lo cual el directivo también atribuye a que las tiendas especializadas aprovecharon las campañas de Black Friday para liberar stock.

Lindholm sostiene que la actividad de montaña se mantiene, con un número de aficionados mayor que en tiempos pre-pandemia. Sin embargo, este año la climatología seca y calurosa tampoco está ayudando a la venta de calzado de montaña.

Crecen las exportaciones

Las exportaciones de Calzados Bestard han aportado este año en torno a un 33% de los ingresos totales, mientras que en años anteriores se habían situado en un porcentaje de entre el 25% y 30%. Lindholm destaca que las ventas al extranjero “han ayudado a paliar la desaceleración de demanda experimentada en España”.

El directivo destaca a Gran Bretaña y Francia como principales destinos de las ventas de la compañía, seguidos de otros países como Australia, Turquía, República Checa o Suecia. Según explica, Calzados Bestard ha obtenido en algunos de esos países licitaciones administrativas, por ejemplo para el suministro de botas para equipos de rescate.

Asimismo, las exportaciones de la compañía también se dirigen a sectores profesionales como el forestal o minero que precisan material muy técnico. “Nuestro producto no puede competir en precio, pero sí cuando se requiere una gran calidad”, manifiesta Lindholm

Ispo con menos clientes fijos y más nuevos contactos

El estand de Calzados Bestard estuvo presente en la Ispo de Munich, los pasados días 28 a 30 de noviembre. Lindholm comenta que, tal y como sucedió el pasado año, hubo menor presencia de clientes fijos, pero más contactos nuevos. El directivo apunta que la feria no ha recuperado todavía completamente la fuerza que tenía antes de la pandemia.

El directivo plantea que, posiblemente, la celebración el evento en días laborables -tuvo lugar de martes a jueves- haya podido frenar la asistencia de propietarios de pequeñas tiendas, a los que no les resulta conveniente cerrar su negocio entre semana. Lindholm recuerda que en ediciones anteriores solía haber un sábado o domingo de feria.

Entre las novedades de la colección otoño-invierno 2024 que presentó Calzados Bestard en la Ispo, destacó el modelo ‘Ciclon’, unas zapatillas técnicas de orientación atlética, concebidas para la práctica de actividades como el trail running o el speed hiking. Lindholm apunta que se trata de “un calzado ligero y a la vez robusto, idóneo para correr en terrenos pedregosos de montaña”.