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MONTAÑA

Entrevista a Iker y Eneko Pou, atletas de The North Face

Los hermanos Pou, una ‘pareja de hecho’ en la montaña

Eneko (izquierda) e Iker Pou.

(13-11-2012). El jueves pasado estuvieron en el Palau de la Música de Barcelona con las The North Face Speaker Series y desbordaron aforo. Los hermanos Pou son protagonistas de una larga lista de aventuras, pero algunas les han marcado más que otras. Es el caso de la apertura de una vía en el Mont Blanc junto a Hervé Barnasse en verano de 2011, el proyecto del que hablaron en su visita a Barcelona. Unas horas antes, Iker y Eneko nos concedieron una entrevista.

En 2011 abristeis una nueva vía en el Mont Blanc junto a Hervé Barnasse, ¿qué destacaríais de este proyecto?

(ENEKO): Dentro del proyecto ‘Exploring the Alps’, Hervé abrió tres vías: una en solitario, una con nosotros y otra con su padre. La participación en la vía del Mont Blanc fue muy chula porque se cumplían 19 años que habíamos estado en el Mont Blanc por primera vez y nos hizo mucha ilusión abrir una vía en la vertiente sur y hacerlo encima con un guía italiano. Antes los guías alpinos estaban ahí arriba y eran intocables… Ahora la montaña se ha democratizado mucho y todas las especialidades han cogido mucho peso, todos estamos en el mismo cajón.

(IKER): Fue una gran experiencia a nivel humano, la ruta no fue lo más difícil, pero fue increíble, en un sitio como el Mont Blanc, la convivencia, el vivac más bonito que hemos hecho nunca… me quedaría con el conjunto..

¿Qué fue lo más duro?

(I): Esperar al buen tiempo. Antes de hacer lo que fue la escalada en sí estuvimos 27 días en casa de Hervé en Cervinia intentando mantener el entrenamiento y esperando porque hacía malísimo. Eso fue lo más duro psicológicamente. Tuvimos que tener paciencia. Estamos acostumbrados a escalar los dos juntos y era la primera vez que incluíamos a otro compañero en la cordada, pero fue muy buen experiencia

¿Todo lo hacéis siempre juntos?

(E): Hemos vivido muchos años en la misma habitación, hemos compartido un montón de historias desde pequeñitos… cuando nos hemos hecho adultos nos hemos separado un poco más, cada uno vive en su casa, pero nos entendemos muy bien en casi todo y para la montaña eso te da una ventaja muy grande.

¿Cuántos meses pasáis fuera de casa al año?

(I): Pues mínimo cuatro o cinco seguidos, pero contando todo lo que estamos fuera, es fácil que llegue a ocho meses.

¿Qué hacéis cuando no estáis en la montaña?

(E): Lo típico, lo que hace todo el mundo, ir a cenar con los amigos, salir a tomar algo…  Pero cuando llevamos dos semanas en casa en seguida el diablo te toca la espalda y te dice’chaval, te estás acomodando’.

Habladme de vuestro último proyecto, en la isla de Baffin…

(I): Una experiencia buenísima, de los proyectos más salvajes que hemos hecho nunca. Sobre todo eso, un sito increíble, inhóspito, fue algo grandísimo, una expedición larga pero de las más emocionantes.

(E): Nosotros solemos hacer dos tipos de salidas, unas más técnicas, más basadas en las cualidades físicas, y otras, como la de Baffin, basadas en la aventura. Son las salidas basadas en la aventura las que nos dejan mejor sabor de boca, digamos que un sabor de boca más largo. Después de tantos años escalando cuando en una expedición te sientes más que escalador, te sientes explorador, el tema cambia muchísimo. Tienes que explorar las paredes antes de escalarlas. Esa labor de descubrimiento y aventura hace que te sientas en otra esfera.

¿Os habéis puesto al límite muchas veces?

(E): El límite es muy relativo, el límite no es el mismo para todo el mundo. Lo que te hace crecer es el afán de superación, crecer como persona. Cuando hemos sido conscientes de que hemos estado al límite intentamos olvidar la situación lo antes posible.

En momentos difíciles, ¿cómo os controláis?

(I): Si no tienes capacidad de control, te apartas de esa situación.

(E): Tenemos fama de ser súper efectivos con los proyectos, que lo que nos proponemos lo sacamos adelante. Pero no es del todo cierto: nos hemos bajado a lo largo de nuestra carrera de un montón de sitios. Y en montaña, cuando más sepas bajarte más posibilidades tienes que tu carrera sea larga.

¿Vuestro próximo proyecto?

(I): Ahora estamos entrenando de cara al invierno, haciendo más escalada deportiva de cara a las expediciones. Lo más seguro es que en primavera vayamos de nuevo al Himalaya a intentar alguna gran pared, pero por ahora estamos entrenando y viendo diferentes posibilidades, ahora toca el curro de casa.

Cambiando totalmente de tema: ¿qué os parece el cobro de los rescates en montaña?

(E): Somos de la opinión de que si tienes un accidente en la carretera y se necesita un helicóptero te van a venir a buscar, ¿por qué no en la montaña? Es un servicio que da la sociedad al ciudadano. Sería justo no cobrarlos, pero esto no quiere decir que la gente no vaya con cuidado en la montaña. Es verdad que se movilizan muchos helicópteros por tonterías.

¿Y las expediciones comerciales?

(I): Personalmente no nos gustan, pero entiendo que hay gente que quiere ir a la montaña y es la única manera que tienen de hacerlo. Nosotros estamos fuera de este circuito, pero creo que la gente tiene derecho a ir a la montaña

(E): La pena es que dejan montañas muy bonitas llenas de basura y, por otra parte, que dejan esas montañas fuera del alcance de la gente que podría hacer buen uso de esas montañas. Dicho eso, dejamos una reflexión: ¿qué no es comercial hoy día? La montaña es de las cosas más democráticas de la vida y a partir de ahí… también es labor de los medios de comunicación poner cada actividad en su sitio.


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