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Patin a Vela

Sexta etapa: L’Oliva/Xeraco-Cullera

Los expedicionarios se reunifican en el Club de Vela Cullera Garbí

Optan por navegar media jornada ante la complejidad creciente del escenario

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El Golfo de Valencia desde el faro de Cullera. La garbinada continua generando barreras de rompiente que dificultan salir desde playa, así como desembarcar en ella.

(6-8-2023). La travesía en patín a vela por la Comunidad Valenciana ha dejado completamente atrás las plácidas etapas del comienzo. Desde la llegada a Denia, cada jornada va incrementando las dificultades a raíz de los fuertes rompientes y las fuertes garbinadas. Ayer los expedicionarios alcanzaron el Club de Vela Cullera Garbí, a sotavento del faro de Cullera.

La de ayer fue una jornada compleja para los integrantes de la travesía en patín a vela de la Comunidad Valenciana. Seis patinistas (David Gracia, Jordi Giménez, Joan Manuel Monfort, Andreu Pérez, Daniel Romaní y Cristina Scheiss),  tenían como punto de partida la playa de L’Oliva, mientras que los otros tres (Juan Carlos Campo, David Pérez y Carolina Solé) lo tenían en el Club de Vela Ventorret ubicado en la playa de Xeraco, a unos 16 kilómetros más al norte de los primeros.

El grupo más mayoritario, el de la playa de L’Oliva, se encontraron con un escenario matinal de unos 8-10 nudos y un rompiente formado por entre cinco y seis barras que no hacía fácil la salida de playa.

CRISTINA SCHEISS NO LO VÉ CLARO

Precisamente, esa dificultad de salir de playa fue el motivo que propició que el inicio de la etapa se retrasara. A Cristina Scheiss, de la Associació Patí Català Sant Salvador, aquel rompiente se le hacía infranqueable.

David Gracia, con notoria experiencia en salir de la playa de Sant Antoni de Calonge con fuertes rompientes, llegó incluso a salir para mostrarle como era posible superar las barreras de rompientes. El patrón del ‘Senglar’ esperó el momento en el cual era más favorable salir, se subió al patín, cazó la vela y fue superando, gracias a la velocidad conseguida, los envites de las diversas barreras de rompiente. Tras ello, volvió a playa para conocer la opinión de Cristina Scheisss.

La patinista patrona del ‘No Surrender’, sin embargo, no lo veía claro. Se habló de salir uno por uno, ayudándose entre todos…

CUATRO SALEN Y DOS SE QUEDAN

Cristina Scheiss continuó diciendo que no se sentía capaz. Al final, ella y su compañero de la Associació Patí Català Sant Salvador, Andreu Pérez (el ‘manitas’ de la expedición) optaron por quedarse en tierra y dejar que Jordi Giménez, David Gracia, Joan Manuel Monfort y Daniel Romaní salieran de playa de uno en uno y ayudándose entre sí a superar las cinco o seis ‘murallas de rompiente’, con olas de cerca de un metro de altura. Aquello sucedía a las 11,30 de la mañana.

Mientras sus compañeros emprendían la travesía rumbo norte, con destino inicial hacia Cullera, pensando que por la tarde, según las condiciones, proseguiría la travesía, Andreu Pérez y Cristina Scheiss empezaron a preparar los bártulos para hacer la etapa por tierra con los remolques.

AVERÍA DE MONFORT

Tras salir de la playa de L’Oliva, Giménez, Gracia, Monfort y Romaní y enfilar hacia Cullera, el viento fue creciendo, así como el oleaje. A Joan Manuel Monfort, de repente, se le soltó la arandela del pasador del reglaje de un obenque. La suerte fue que el patinista de la Associació Pati Català Sant Salvador apreció que algo iba mal, paró la embarcación y consiguió cambiar arandela y pasador por un grillete.

Sus compañeros, que se mantuvieron a su lado mientras resolvía la avería, le felicitaron por sus dotes de ‘MacGyver’.

VOLCADA DE ROMANÍ

Más adelante, el escritor y periodista Daniel Romaní, se puso el barco por sombrero. El propio Romaní no supo, luego en tierra acabar de dilucidar el motivo de la volcada. El escritor y periodista, sin embargo, logró aderezar el patín al segundo intento y eso, que según explicaba, “hacia 35 años que no desvolcaba un patín. Suerte que hay cosas que no se olvidan del todo”. Romaní se mostró especialmente satisfecho por no haber sufrido percance alguno del material ni del equipaje que porta en su embarcación.

David Gracia ha explicado que la navegada hasta Cullera, “fue estupenda, pese a esos incidentes. Se disfrutaba mucho surfeando las olas con el viento por la aleta. Alguno llegó a coger una punta de 13 nudos de velocidad”.

El grupo salido desde la playa de L’Oliva no se esperó a que se sumaran a ellos los que estaban en la playa de Xeraco, en el Club Vela Ventorret. Gracia ha explicado que “nos comunicamos por radio poco antes de alcanzar el punto donde estaban ellos (Juan Carlos Campo, David Pérez y Carolina Solé) y, como nos dijeron que todavía tardarían unos veinte minutos en salir, convenimos que nosotros seguíamos ruta y que salieran cuando les fuera mejor. Eso sí, debíamos reunirnos todos en el Club Vela Cullera Garbí”.

FLOTA REUNIFICADA

Los expedicionarios salidos de la playa de L’Oliva alcanzaron el citado club náutico de Cullera a las 14 horas. Los procedentes de Xeraco llegaron algo más tarde. Sin embargo, finalmente, la flota entera volvía a estar reunida pues Cristina Scheiss y Andreu Pérez habían llevado sus patines por tierra hasta dicho club.

Durante la comida, los expedicionarios  estuvieron debatiendo si continuar la travesía por la tarde o no. El parte no era demasiado favorable. Al mediodía soplaba la garbinada de unos 20 nudos que parecía no mostrar visos de decaer.

Por la tarde, antes de las 18 horas, se acercaron al faro de Cullera para ver desde allí el golfo de Valencia. Continuaba soplando muy fuerte y las barras de rompiente parecían haber adquirido vigor. Jordi Giménez, del Club Natació Badalona, declaraba a CMDsport al anochecer que “el problema era que la garbinada no bajaba de los veinte nudos. El mar estaba blanco de tantos borreguillos y en la playa la arena volaba”.

La mayoría convergieron que con aquel escenario era mejor posponer al día siguiente el ‘ataque’ a Valencia. No en vano, gran parte de los expedicionarios se plantean pasarla de largo y llegar más al norte, quizás a La Pobla de Farnals.

Esta noche pasada, mientras los patines han dormido en el Club Vela Cullera Garbí, los navegantes lo han hecho en el el Hotel L’Albufera, situado en la localidad cercana a Valencia de Alfafar.

A LA CONQUISTA DE VALENCIA… Y SUPERARLA

En principio, para hoy domingo, la intención de los navegantes es afrontar la ‘conquista’ de Valencia, superarla e intentar llegar lo más al norte posible. Faltará que la meteorología acompañe. Hoy domingo es el penúltimo día de travesía. Como se recordará, esta previsto que ésta concluya el próximo martes, 8 de agosto. El destino final planteado es la localidad de Les Cases d’Alcanar. Desde Valencia hasta dicha localidad situada en la comarca tarraconense del Montsià, y especialmente reconocida por la calidad de sus arroces, así como por la belleza de sus calas, hay 143 kilómetros, que son unas 88 millas. De conseguir superar hoy Valencia, a los patinistas les quedarían dos etapas de más de 40 millas.

Durante las seis etapas recorridas hasta ahora, ningún día han cubierto esa distancia. Y a ello, deben sumarse los antojos que pueda tener la pertinaz garbinada y sus efectos sobre el mar.


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