Andorra unifica su oferta de nieve con la integración de Pal Arinsal en Grandvalira

Acuerdo histórico para el esquí andorrano. Pal Arinsal se integran en Grandvalira Resorts, la agrupación creada en 2018 tras la unión entre Grandvalira y Ordino Arcalís. De esta forma, todos los forfaits de Grandvalira darán acceso a partir de la temporada 2022-23 a Ordino Arcalís y a Pal Arinsal, tanto en invierno como en verano.

Esta alianza unifica la oferta de Andorra como país de nieve y actividades de ocio los 365 días del año, sumando 303 kilómetros de pistas para la práctica de deportes de invierno. A partir de ahora se comercializarán forfaits multidía que combinarán días de esquí en las tres estaciones mencionadas. Vallnord-Pal Arinsal aspira a mejorar este curso las cifras prepandémicas y alcanzar unos 550.000 días de esquí vendidos. La estación vendió más de 491.000 días de esquí a lo largo de la campaña 2021-22.

“Este acuerdo establece las bases del futuro de la nieve en Andorra. El esquí es un sector cada vez más competitivo a nivel internacional que, tras la pandemia, se ha vuelto aún más agresivo”, ha apuntado el presidente del consejo de administración de Grandvalira, Francesc Camp.

“Muchos dominios esquiables en toda Europa, y en particular en Francia y España, están invirtiendo mucho en renovar sus instalaciones para ser cada vez más atractivos”, ha añadido. “El acuerdo culmina un esfuerzo de la integración de las sociedades que gestionan los dominios esquiables del país que se inició en 2003 con la creació de NEVASA y que siguió en 2018 con la integración de Ordino Arcalís a Grandvalira”, ha aportado el consejero delegado de Seatde, Joan Viladomat.

Grandvalira Resorts definirá en las próximas semanas todo lo relacionado con el producto, el precio y la marca conjunta. Los clientes de Pal Arinsal se integrarán dentro de My Grandski, el club de fidelización que simplifica el acceso y las consultas que los usuarios quieran hacer a las plataformas de las estaciones.

Las partes confían que este acuerdo suponga un impulso a la “desestacionalización” iniciada años atrás con el impulso de modalidades como la práctica de la BTT. Además, se prevé que ayude a afrontar los retos en ámbito de sostenibilidad y el cambio climático, y que refuerce la economía del país.