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CICLISMO

Martín Abad, tercera generación, ya prepara a la cuarta

Bicicletas Rafael Abad cumple 100 años en el retail ciclista

“Algunos de nuestros clientes son bisnietos de los clientes de mi abuelo”

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La tienda Bicicletas Rafael Abad que, a comienzos de los años 50, se proyectaba como un establecimiento con surtido multidproducto y multisectorial dentro del cual también se contemplaba la venta de bicicletas.

(24-5-2022). Bicicletas Rafael Abad cumple este 2022 cien años vendiendo bicicletas. No tiene parangón en el país. Martín Abad, tercera generación que rige la enseña, duda que “los proveedores lo sepan”. El detallista asegura que “ya está en ciernes la cuarta generación”.

“Tener 100 años constituye un valor añadido para nuestra enseña”, sostiene Martín Abad, tercera generación de esta marca-rótulo valenciana de tiendas de bicicletas. Tras su abuelo y su padre, Martín Abad, junto al personal de las tres tiendas que rigen, han logrado alcanzar el siglo de singladura en el mercado “y, sobre todo, en activo”, según puntualiza el detallista.

Martín Abad, que empezó a trabajar en Bicicletas Rafael Abad en 1991, cuando tenía 22 años, recuerda las lecciones profesionales legadas por su abuelo y su padre, aunque fue su progenitor quien se las transmitió, pues su abuelo Rafael murió un año antes de que Martín naciera.

El fundador del establecimiento, Rafael Abad, quiso que quedara constancia de la solidez que en 1922 había adquirido ya la tienda que había inaugurado como comercio de ultramarinos en 1919.

LAS LECCIONES DEL ABUELO Y DEL PADRE

De su abuelo Rafael Abad, destaca como lección principal la frase que “el comercio es magia”. El minorista lo argumenta explicando que “según mi padre, el abuelo siempre decía que hay que seducir al cliente; hacerle ver las virtudes del surtido y de sus productos. Intentar ofrecerle lo que mejor se adapta a lo que necesita. Si queda satisfecho, volverá”. Y según sentencia, “eso es magia”.

De su padre, la principal lección fue la de “hacer las cosas bien” y aplicar la honradez comercial “como máxima del negocio”.

DE TIENDA DE ULTRAMARINOS A BICICLETAS

Su abuelo fue el iniciador de la tienda que, en sus orígenes, en 1919, se abrió como establecimiento de ultramarinos. Poco después, incluiría en su surtido máquinas de coser y, en 1922, incorporó las bicicletas.

PUBLICIDAD 1926. Aquel año, la tienda hizo un anuncio publicitando su surtido: máquinas de coser, bicicletas, fonógrafos y discos… y taller de reparación “a cargo de los mejores mecánicos”. Desde la tienda instaban a los ciudadanos a “no confundirse” y destacaban el nombre del propietario de la tienda: Rafael Abad en mayúsculas.

El primer surtido de ciclismo del establecimiento fue una bicicleta de mujer, otra de hombre y otra para niño. Más tarde, también incorporarían artículos de coche y recambios de moto.

Toda aquella evolución se produjo en la tienda inicial ubicada en el número 5 de la calle Purísima, entre La Lonja y el asilo municipal, hoy conocida como calle Abaixadors de Valencia.

SEGUNDA GENERACIÓN, LA EXPANSIÓN

El padre de Martín Abad sería el responsable de hacer crecer el número de establecimientos hasta contabilizar, en los años 80, nueve puntos de venta.

Sin embargo, posteriormente, unos cuatro o cinco años después de que el actual máximo responsable de la enseña entrara a trabajar en la cadena, empezaron a reducir el número de efectivos. “Fueron diversas las razones de ello y el recorte de tiendas se fue realizando paulatinamente”, explica Martín Abad. Según reconoce, “mi padre me contó que mi abuelo decía que una tienda, la controlas tú, pero más de tres te controlan ellas a ti”.

Y aquella premisa del abuelo y ‘mago’ Rafael arraigó en su nieto.

TRES TIENDAS CON MUCHA HISTORIA

Martín Abad descarta actualmente retomar expansiones. “Estamos bien con las magnitudes en las que nos movemos actualmente”.

Las ‘magnitudes’ son tres tiendas; dos de ellas en Valencia y la tercera en Gandía. Y todas ellas con varias décadas de vida. La de la calle Abaixadors de Valencia –la inicial- con los 100 años ya citados, pero, asimismo, con otra en la calle Lorca, también en la capital del Turia, que ya va por sus ochenta años atendiendo a los ciclistas y, finalmente, la tienda de la calle San Vicente de Gandía, que se abrió en 1973 y que cumplirá 50 años el año que viene.

En definitiva, todo un  ‘compendio de historia’ de la distribución valenciana de ciclismo que, asimismo, no tiene parangón en el retail ciclista español y que, además, apenas cuenta con casos similares en el retail español de deportes en general.

Escaparate con una bicicleta en la tienda Bicicletas Rafael Abad.

DEPRESIONES, GUERRAS, CRISIS Y PANDEMIAS

Cien años son muchos. Y más en el comercio. Atrás quedan la gran depresión previa a los años 20 del siglo pasado, la guerra civil española, la crisis de petróleo de los 70’s, la del ladrillo de 2008, la de la pandemia del Covid-19… que luego se transformaría en el bike-boom.

Del bike-boom, Martín Abad sostiende que “fue la mayor fiebre vivida por el mercado ciclista por el volumen de dinero que se movió y el gran número de consumidores que se precipataron hacia él” pero matiza que “entonces, ya éramos muchas tiendas y las porciones quedaron muy repartidas”.

EL BIKE-BOOM DE LOS 90 

Para este detallista, “el bike-boom más potente para las tiendas de ciclismo que entonces estábamos fue el de principios de los 90 cuando estalló el boom de las mountain bike. Aquello sí que fue la locura. No había bicicletas para cubrir la demanda que se creó. Y entonces fuimos muchísimos menos los que tocamos a repartir”.

Martín Abad empezó a trabajar en la tienda fundada por su abuelo a los 22 años (en 1991).

Lo de los problemas de abastecimiento, por tanto, no es nuevo. Y en el actual escenario, aquejado por este mismo problema que a principios de los 90’s del siglo pasado, según opina Martín, “esas dificultades de abastecimiento, poco a poco se van subsanado, ayudadas por una demanda menos enfebrecida que en la segunda mitad de 2020 y la primera de 2021”.

Esa caída de la demanda de la segunda mitad del pasado 2021 pasó factura a Bicicletas Rafael Abad. Después de que el año anterior lograran facturar 1,1 millones de euros, el pasado 2021, sus ventas se situaron en 900.000 euros.

El detallista prefiere no emitir pronósticos sobre la facturación prevista para este 2022. “Hemos pasado un primer trimestre muy anodino. De hecho, las ventas no se activaron hasta abril, con la llegada de semana santa y el buen tiempo. Veremos si en lo que queda de año podemos compensar los discretos resultados del primer trimestre. Pero ahora es difícil emitir vaticinios. Hay mucha incertidumbre en el mercado”.

Pese a ello, el detallista se muestra satisfecho de la actividad que registran los talleres de bicicletas de sus tiendas en estos momentos. Según afirma, “el ‘bike-boom’ ahora está en los talleres. Estamos teniendo mucho trabajo; incluso tenemos a clientes haciendo cola”.

MIEMBRO DE LA TRÍADA DE DECANOS DEL MERCADO

Preguntado sobre si la singular longevidad de Bicicletas Rafael Abad en el retail español de ciclismo le ha supuesto algún valor añadido ante los proveedores, Martín Abad se encoge de hombros, en un ademán cargado de escepticismo, y apunta que “dudo que los proveedores lo sepan”.

Pese a ello, es indudable que, cuando menos por antigüedad en el mercado, Bicicletas Rafael Abad forma parte, junto a Orbea y BH, de la tríada de decanos del mercado ciclista español.

CUESTION DE ‘TALLA’

Sin embargo, ninguna de dichas marcas, según reconoce el detallista, “figura actualmente en nuestro surtido”. Según añade, “Orbea nos dijo que no respondíamos a la imagen que ella requiere a las tiendas que venden sus productos y prescindió de nosotros unilateralmente. En cuanto a BH, ésta ya hace un tiempo que decidió abrir una concept store en Valencia donde ha decidido concentrar su comercialización en esta ciudad”.

También otras marcas suministradoras han seguido el ejemplo de las dos enseñas vascas citadas. Así lo atestigua el minorista: “ha habido otras, con algunas de las cuales, incluso, fuimos los primeros en vender sus bicicletas y otros productos para ciclismo en España que han considerado que ‘no damos la talla’”.

Preguntado sobre si la adaptación al mercado constituye una de las principales dificultades para sumar décadas como enseña del retail y seguir gozando de la atención preferente de los proveedores, Martín Abad asegura que “el mercado ciclista es tan trepidante, tan innovador que esa vorágine te empuja a actualizarte. La adaptación prácticamente te llega sola”.

Bicicletas Abad ya tenía un ecommerce antes del confinamiento derivado de la pandemia. Durante éste modernizó su site de modo que cuando se liberalizaron los confinamientos estrictos de la población, dicha tienda online ya funcionaba con dinamismo.

No obstante, Martín Abad reconoce que la incidencia de dicho ecommerce sobre la facturación total de la cadena apenas supone el 1%. Según argumenta, “para nosotros, la web es principalmente un escaparate que ayuda a nuestros clientes a saber lo que tenemos y les anima a acercarse a nuestros establecimientos a adquirirlo”.

RELEVO GENERACIONAL

El detallista, nacido en 1969, ya ha empezado a preparar a la próxima generación regente de la enseña. Según explica, “lo haremos en dos fases. En la primera, la principal responsable será mi hermana María Ángeles Abad, que es veinte años más joven que yo, y en la segunda, mi sobrina, Pilar  Abad, hija de mi hermano, Rafael Abad”.

Martín Abad defiende la continuidad de la cadena como “empresa familiar”. Según añade “la voluntad de nuestra familia es que el negocio continúe en sus manos, trabajando codo con codo con nuestro equipo de trabajadores, a los cuales consideramos prácticamente parte de la familia”.

La tienda Bicicletas Rafael Abad ya se proyecta hoy como establecimiento ciclista exactamente en la misma ubicación donde inició su historia como tienda de ultramarinos.

EMPLEADOS CON MÁS DE 50 AÑOS DE IMPLICACIÓN

Actualmente, Bicicletas Rafael Abad emplea a diez trabajadores. Hace poco se jubiló su empleado más veterano, Valentín García, tras 54 años vinculado profesionalmente a la empresa.

Según anuncia Martín Abad, el próximo año está previsto que se jubile otro de sus veteranos empleados: Fernando Fernández. Según explica, “Fernández habrá estado con nosotros 52 años”.

El detallista reconoce que “ahora cuesta mucho conseguir que un trabajador se implique durante tantos años”.

Martín Abad concluye anunciando su intención de proseguir ‘al pie del cañón’ “pero yendo otorgando responsabilidades progresivamente”, mientras se vea capaz y eficiente. Según concluye, “me gustaría hacer como mi padre que estuvo en la tienda ayudándome hasta los 81 años”.


Hay 1 comentario

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  1. BICICLETAS QUIROS

    Me encantan estas historias del comercio de la bicicleta. Nosotros estamos aqui desde el 1945.
    Y estoy de acuerdo que a las grande marcas se la suda que llevemos tanto tiempo. Incluso dando la cara cuando se decía que ciertas marcas apoyaban a ETA y los aficionado nos la rechazaban.


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