(7-11-2022). La peruana KO Urban Detox Center pide paso para llevar su propuesta de fitness y wellness integral al mundo entero y alcanzar, en un plazo de 5 años, los 40 gimnasios operativos en el planeta. Diez de ellos se ubicarían en España, país en el que la cadena aterrizó hace seis meses con un primer club en Madrid, y donde ha previsto abrir un segundo en breve.
La peruana KO Urban Detox Center pide paso para llevar su propuesta de fitness y wellness integral al mundo entero, para lo que ha trazado un ambicioso plan de expansión que le debe llevar a ubicarse en mercados estratégicos de un lado y otro del ‘charco’.
Así lo explica su fundadora Ale Llosa quien aspira a convertir en la próxima década su marca en una especie de “universidad del wellness y el fitness para una vida feliz”, con “múltiples KO Urban Detox Centers en todo el mundo”.
Para empezar, la cadena ha trazado un plan que pasa por alcanzar los 40 gimnasios en funcionamiento en un plazo de 5 años, con España, México y Miami entre los principales ejes de la expansión.
Ale Llosa fundó OK Urban Detox en Lima, Perú. en 2008. La cadena había llegado a gestionar 14 gimnasios entre Perú, Chile y Colombia. Pero la pandemia obligó a la empresa a reorganizarse para contar actualmente con una estructura de 7 clubes en 4 países y un plan para alcanzar los 40 centros en cinco años.
Aterrizaje en España en dos fases
En España, KO debutó hace ahora seis meses con un primer club en Madrid ubicado en la antigua Sala Magali, propiedad de la entrenadora e influencer Magali Dalix, en la zona de Chueca. El proyecto venía a dar forma a un sueño truncado con la llegada de la pandemia y que llevó a la cadena a reorganizar su estructura y estrategia.
“Estuve viviendo cinco años en Barcelona y siempre había tenido el sueño de traer KO Urban Detox Center a España”, explica Llosa, quien añade que “un día antes de que se instaurara el confinamiento por el Covid19, nos disponíamos a firmar los contratos para dos locales ubicados en el barrio de Salamanca y de Chueca, con el objetivo de abrir nuestros primeros gimnasios en este país. Sin embargo, la repentina vuelta a Chile y la explosión de la pandemia mundial frenó los planes”, explica.
Una semana después de que se iniciara la pandemia, al igual que muchos otros operadores fitness, KO habilitó su propia plataforma online de contenidos fitness gratuitos que le permitió mantener el contacto con sus clientes y captar nuevos seguidores en otros puntos del planeta, entre los que se encontraba España. “Tuvimos muchos seguidores españoles, lo que nos dio el impulso para relanzar el proyecto. En el proceso de nueva búsqueda de locales, Magali Dalix nos ofreció el suyo, que encajaba perfectamente en nuestra visión”, recuerda.
Atracción entre los jóvenes
Medio año después de abrir sus puertas el primer KO Urban Detox Center en España, el gimnasio ya cuenta con una cartera de 250 usuarios habituales, la mayoría de ellos, “trabajadores que buscan liberar el estrés y la tensión diarios y reconectar consigo mismos en nuestro centro”, así como estudiantes, siendo el club de Madrid, el que más jóvenes atrae de todos los KO Urban Detox Center que operan internacionalmente, según destaca Llosa.
De 14 gimnasios a 7, y a por los 40
Buenos datos que impulsan la recuperación de una cadena a la que la pandemia obligó a cerrar sus 14 gimnasios, de los cuales ha conseguido reabrir y cuenta en la actualidad con 7, repartidos por Perú (3), Chile (2), Colombia (1) y España (1).
La cadena está trabajando en la apertura de un tercer gimnasio en Chile y de un segundo en Madrid, con los que iniciar el citado plan de expansión, que le debe llevar además a aterrizar en México y en Estados Unidos, concretamente en Miami.
Para ello, la cadena optará por una fórmula mixta de financiación que incluye capital propio y acuerdos puntuales con sociedades estratégicas de cada país que sustenten el crecimiento de la marca.
Los centros KO Urban Detox Center se definen como estudios boutiques de wellness, con unas superficies que rondan entre los 180 y los 250 m2 e inversiones de entre 150.000 y 200.000 euros. Cada centro, de media, emplea a 12 profesionales que son formados en la propia escuela de la cadena que promueve su propia metodología de entrenamiento.
Guerra y paz
Un entrenamiento que se realiza en dos salas diferenciadas, bautizadas como “guerra y paz” en las que en una misma sesión “se pasa de ser como Rocky Balboa a Bruce Lee, además de un bailarín de ballet o el increíble Hulk”, describe Ale Llosa. Todo ello sustentado sobre 4 pilares principales basados en el deporte intenso diario y completo, la conexión interior, una alimentación consciente y una actitud positiva.
Las clases se dividen en tres tipos: cardio party en la que se usan movimientos del boxeo y otras artes marciales al ritmo de una música; fuerza con ejercicios con el propio peso corporal; y soul yoga.
Según su fundadora, “lo que diferencia KO de otras propuestas es que no hay niveles, sino que proponemos una experiencia con la que acompañamos al usuario en el viaje de su vida”. “Además, trabajamos cada persona en su integridad, cuerpo, mente y emociones, todo a la vez. Y, por último, nuestra propuesta busca ofrecer herramientas a los usuarios para que afronten una vida feliz y saludable de adentro hacia fuera”.
El objetivo principal de la filosofía que promulga KO es “desintoxicar el cuerpo, liberar la mente y nutrir el espíritu”, con la que ha ido sumando seguidores desde la apertura en Lima, Perú, de su primer centro, en el año 2008.
Ahora, KO se ha propuesto llevar esta filosofía “al mundo entero”.
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