Pasión Ciclista dice adiós a las programaciones

El propietario de Pasión Ciclista, Pedro Ruíz, califica 2023 de “año muy complicado, en cuanto a la gestión de stocks de bicicletas y la caída de demanda experimentada”. Ruiz destaca que, aún y así, la facturación de Pasión Ciclista se incrementó un 5% el pasado año, en comparación con 2022.

El detallista señala que un logro importante del pasado año es haber depurado el stock de bicicletas, lo que ha permitido sanear el negocio con una bajada del inmovilizado y actualizando producto antiguo. En el lado negativo se encuentra una reducción de márgenes, provocada por el exceso de ofertas de bicicletas en el mercado.

“Nos hemos olvidado de las programaciones”

Ruíz sostiene que la principal clave, para haber cerrado 2023 en positivo, reside en los cambios efectuados en su política de compras. “Nos hemos olvidado de las programaciones y hemos optado por hacer implantaciones, que pueden ser con un compromiso de facturación, pero nunca con una obligación de estocar bicis en nuestros almacenes”, señala.

El minorista expone que su decisión de terminar con las programaciones “no es un capricho, sino una cuestión de supervivencia”. Ruíz indica que “con las implantaciones te comprometes a representar la marca de forma adecuada en la tienda y, a partir de ahí, trabajar con reposiciones mientras el stock queda en manos del proveedor”. El detallista considera que “es más lógico que la marca asuma el inmovilizado y los costes de almacenamiento”.

Ruíz considera que “la tienda que mantenga las programaciones está sentenciada, porque implica perder la liquidez en el peor momento del año”. El detallista apunta que, en el mercado actual con exceso de stock de bicicletas y ofertas agresivas, “si tienes falta de liquidez y un inmovilizado muy grande estás muerto”.

Más y más servicios

Ruíz expone otro elemento fundamental: “nos hemos centrado mucho en servicios. Ya lo estábamos haciendo pero hemos pisado el acelerador en ese ámbito”. En torno a un 20% de la facturación del negocio procedió el pasado año de los diferentes servicios que ofrece Pasión Ciclista.

El objetivo, según Ruíz, es que en un plazo de dos o tres años en torno al 50% de la facturación proceda de diferentes servicios, entre los cuales actualmente se encuentran taller, alquiler de bicis, biomecánica, formación, entrenamientos, un club de inscripción gratuita con opciones premium de pago…

Para todo ello, Pasión Ciclista aprovecha su megatienda de dos plantas y una superficie total de 2.100 metros cuadrados, que estrenó en junio de 2022. El establecimiento dedica 1.010 metros cuadrados a exposición y venta, 700 metros cuadrados a taller y el resto a otros servicios como zona social, vestuarios con duchas o guarda bicis.

Hacia un nuevo modelo de negocio

Ruíz apunta que “los servicios constituyen la parte más rentable del negocio”. En cuanto a ello, su previsión es que las tiendas de bicicletas cada vez se enfoquen más en servicios, mientras que los canales de venta seguirán diversificándose en el futuro.

El minorista indica que, por ejemplo, la venta online continuará ganando peso también en el sector ciclista. Asimismo, considera que las marcas potenciarán aún más la venta directa y/o el click and collect.

El detallista concluye que “no va ser algo radical que veamos este año, pero vamos en dirección hacia un cambio potente de modelo de negocio”.