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Contra las lesiones, medicina biorreguladora

Según un documento elaborado por los médicos deportivos

(28-6-2013). La Federación Española de Medicina del Deporte (FEMEDE) ha elaborado un documento de consenso en el que recomienda el uso de la medicina biorreguladora para tratar las lesiones deportivas. Los medicamentos de acción biorreguladora contienen principios activos de origen vegetal y mineral, y alivian el dolor y la inflamación de manera natural.

La Federación Española de Medicina del Deporte (FEMEDE) ha elaborado un documento de consenso en el que recomienda el uso de la medicina biorreguladora para tratar las lesiones deportivas.

Los medicamentos de acción biorreguladora contienen principios activos de origen vegetal y mineral, y pueden encontrarse en la farmacia en forma de comprimidos, pomadas y gotas. Los médicos deportivos los utilizan, además, en fórmulas inyectables. Su función principal, según el documento de consenso, es “favorecer y estimular los mecanismos de recuperación natural del tejido lesionado”. Entre otras funciones, añade, “algunos de sus componentes son capaces de modular la inflamación y los síntomas de las lesiones, tienen acción analgésica, estimulan la cicatrización y pueden tener efectos hemostáticos contribuyendo a eliminar el estasis venoso y el edema. Su objetivo final es restaurar el funcionamiento normal de los mecanismos de regulación”.

Una de las principales ventajas de estos medicamentos, resalta el documento de FEMEDE, es su seguridad: “Estas sustancias carecen, prácticamente, de efectos secundarios y reacciones adversas, y tienen una tolerabilidad muy buena”.

“El cuidado de los deportistas debe de incluir la prevención y el tratamiento de las lesiones, tanto agudas como crónicas, que afectan, fundamentalmente, al aparato locomotor”, según acuerdan los médicos deportivos. Estas lesiones, aseguran, “se caracterizan casi siempre por dolor, inflamación y disminución de la capacidad funcional y, secundariamente, del rendimiento deportivo. Se sabe que la inflamación es una respuesta protectora del organismo, generalmente local y controlada, cuyo objetivo final es liberarle de la causa inicial de la lesión celular. Por tanto, el tratamiento de las lesiones debe dirigirse a controlar la inflamación y el dolor, y conseguir una reparación tisular precoz para que el deportista se reincorpore lo antes posible a los entrenamientos y a la competición”.

Protocolo RICE
El protocolo terapéutico consiste en aplicar el método RICE (reposo, hielo, compresión y elevación) que consigue minimizar la lesión. Sin embargo, añade, “en muchos casos es necesario un tratamiento adicional para lograr un alivio sintomático eficaz y la mayoría de los medicamentos convencionales se asocian con riesgos de efectos secundarios adversos”. En este sentido, destaca el doctor Del Valle, “los antiinflamatorios no esteroideos (AINEs) reducen el dolor y la inflamación pero dificultan la reparación de los tejidos por la inhibición incompleta de las enzimas ciclooxigenasa 1 (COX-1) y la ciclooxigenasa 2 (COX-2), que frenan la biosíntesis de prostaglandinas. Además, están asociados a efectos secundarios, sobre todo gastrointestinales”.

Los medicamentos de acción biorreguladora, en cambio, afirma este experto, “permiten ayudar al organismo a poner en marcha los mecanismos naturales de reparación del tejido”. Para conseguirlo, refleja el documento de consenso, “estimulan al sistema inmunológico favoreciendo la resolución de los procesos inflamatorios, facilitando el drenaje y detoxificación de los tejidos, y restableciendo el equilibrio o balance fisiológico. Por eso, “son un recurso terapéutico más, entre todos los que dispone la medicina, y sirven para compensar los abusos de ciertas terapias convencionales (como los corticoides, antiinflamatorios, etc.) ayudando en algunos casos a solucionar los problemas derivados de éstas”.

En el tratamiento de las lesiones deportivas con componente inflamatorio, “el fármaco ideal sería aquel que aumentara los efectos beneficiosos de la inflamación controlando sus secuelas perjudiciales y este objetivo lo cumplen este tipo de sustancias, que, además, tienen la ventaja de que no son tóxicas, consiguen una curación rápida y no están incluidas por la Agencia Mundial Antidopaje (WADA) dentro de las sustancias tipificadas como dopantes”.


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