Cómo practicar el Pilates Facial

Mandy Keillor nos explica los beneficios del Pilates facial.

Mandy Keillor, cofundadora de Studio Australia Barcelona, es especialista en Pilates Facial y nos explica que esta disciplina “consiste en una serie de ejercicios diseñados para enseñar cómo trabajar los músculos bajo la piel de la cara usando los dedos y expresiones faciales para tonificar, levantar, reducir tensión y mejorar el aspecto”.

Aplicando los principios de Pilates, se identifican y aíslan los músculos de la cara y cuello utilizando una combinación de respiraciones, estiramientos, pulsaciones repetitivas y masajes para ‘entrenar’ toda la cara.

La especialista resalta que “es importante aprender las inserciones particulares de los músculos de la cara. En cuanto tengas en cuenta la forma de tu cara, puedes focalizarte en las zonas particulares que quieres levantar y mejorar. Normalmente se tarda tres o cuatro sesiones para aprender dónde hacer contacto con los músculos usando tus dedos, y cómo relajar los músculos que no estás trabajando. En cuanto domines esto, tendrás mejores resultados”.

Los mismos principios que el Pilates Corporal

Al practicar el Pilates Facial “estás utilizando técnicas repetitivas de fortalecimiento y retención para hacer que trabajen los músculos. Éstos se desarrollan y están en un constante estado de remodelación”.

Los resultados se aprecian en unas semanas, especialmente porque la cara no tiene mucha grasa tapando los músculos así que los efectos son notablemente más rápidos. “De hecho, recomendamos que hagas un lado entero de la cara cuando haces la rutina y notarás la diferencia de un lado al otro a lo largo de la serie”, resalta.

¿Qué tipos de ejercicios se hacen?

Mandy Keillor recomienda que trabajes la cara entera una vez a la semana y que prestes más atención a esas ‘zonas especiales’ durante tu rutina diaria del cuidado de la cara y cuerpo dos veces o más por semana.

La rutina entera de Pilates Facial consiste en 42 ejercicios empezando con el cuello, trabajando hacia arriba hasta el cráneo y terminando con un micro-masaje de la cara entera para estimular la circulación sanguínea y producción de colágeno.

Dividimos la cara en grupos musculares:

• Cuello
• Boca
• Pómulos
• Ojos
• Nariz
• Frente

Entrenamos “los músculos de cada grupo a trabajar a un rendimiento óptimo usando retención, estiramientos y pulsaciones. Cada ejercicio es diferente y utiliza varios niveles de presión. Por ejemplo, la presión que usas en la zona del párpado inferior, donde la piel es más sensible, es mucho menos que la presión que usas en el párpado superior donde lo quieres levantar. Al cerrar el ojo cuando levantas el área de la ceja, sosteniendo por 5 segundos, podemos crear una tensión que causa que los músculos trabajen”.

La entrenadora afirma que “hay indicadores diferentes que muestran si estás haciendo el estiramiento correctamente. Por ejemplo, cuando haces el estiramiento del pómulo, puedes ver como la sangre dispersa por los músculos mientras trazas los dedos a lo largo del pómulo, dejando una línea blanca en la superficie”.

Los beneficios

Mandy Keillor asegura que “la rutina de Pilates Facial aumenta la circulación sanguínea, levanta los músculos, mejora el estado de la piel, alivia el estrés y te deja relajado y revitalizado. Nunca es tarde para empezar a practicar el Pilates Facial y los resultados son evidentes inmediatamente. Solo requiere compromiso”.

Además destaca que los ejercicios faciales también son una herramienta valiosa para la recuperación después de un derrame cerebral o para los que padecen de la parálisis de Bell. Es una forma de ejercicio “segura, suave y natural y no hay riesgo de hacerte daño ni de entrenar demasiado. Cuanto más practiques, mejores resultados obtendrás”.