Los beneficios de la reflexología podal

Santiago Jacomet nos da todos los detalles sobre la reflexología podal.

La reflexología podal es una técnica terapéutica basada en la estimulación de puntos sobre los pies, denominados zonas de reflejo. Supone la aplicación de un masaje manual que aplica presión en áreas reflejas de los pies para producir efectos específicos en otras partes del cuerpo.

El Doctor Santiago Jacomet, Licenciado en Medicina (Biomecánica) y Jefe de estudios de Orthos, asegura que “el pie es una de las partes del organismo más compleja y que está más ricamente inervada”.

En el pie, según precisa, “tenemos miles de terminaciones nerviosas que aportan información sobre el estado de la piel, los huesos, músculos y articulaciones que lo componen. Podemos considerar que todo el organismo humano está representado en el pie, como se propone en la reflexología podal, de tal manera que hay una equivalencia entre la cabeza y el dedo gordo o una parte del arco plantar se corresponde con el estómago”.

Una red corporal

De esta forma, “toda la información sensorial de la piel del cuerpo se representa en el cerebro, parte por parte, de tal manera que podemos dibujar un mapa de las diferentes segmentos corporales con la forma de un hombrecillo llamado homúnculo de Penfield. Es decir, la sensibilidad de toda la piel llega al cerebro organizada de la misma manera que lo está en todo el organismo”, explica Santiago Jacomet.

Si tenemos en cuenta que existe una representación de la forma del cuerpo en el cerebro, como acabamos de ver, o en la planta del pie como dice la reflexología podal, podemos considerar que el organismo humano está formado por una red de redes, como una muñeca rusa dentro de otra en la que la parte interior refleja la exterior y viceversa.

Presionar cada zona

El Doctor Jacomet informa de que “si mediante un masaje o una presión manipulamos una zona del pie que se corresponde a un órgano determinado, estamos influenciando en ese órgano. Si conocemos las técnicas correctas, podemos activar o relajar un segmento corporal o un tejido, podemos acelerar o frenar la actividad de un sistema o una función. Con las técnicas adecuadas podemos normalizar la función del organismo, llevarlo a un estado de equilibrio y resolver disfunciones corporales”.

Herramienta terapéutica

La reflexología podal es relajante, activa la circulación sanguínea y el sistema inmunológico y, además, “es una herramienta terapéutica que libera los recursos bloqueados en la enfermedad y que ayuda a la autocuración de la persona. El estado de bienestar físico o psicológico con que finaliza una sesión de reflexología podal se debe a que estamos desbloqueados, la energía interna fluye mejor y el cuerpo se está reorganizando hacia un estado más equilibrado física y psíquicamente”, según Santiago Jacomet. Y siempre de la mano de un profesional.