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FITNESS

Los 5 mejores ejercicios físicos para prevenir el ictus

El yoga es un tipo de ejercicio que combina práctica física, espiritual y mental

El yoga es un tipo de ejercicio que combina práctica física, espiritual y mental y por ello ayuda a controlar el peso, la presión sanguínea y los niveles de colesterol. Imagen: Freepik.

(16-12-2020). Yoga, natación, estiramientos, caminar y ciclismo son los ejercicios que forman parte del Top 5 de los deportes elegidos por la campaña #GeneraciónINVICTUS para disminuir el riesgo de ictus.

El Ministerio de Sanidad ha destacado la importancia de la rapidez en la detección de los síntomas iniciales del ictus. Éstos son la pérdida de fuerza o sensibilidad en un lado del cuerpo, boca torcida, dificultades para hablar o entender, pérdida brusca de visión, cefalea brusca muy intensa, parcial o total, sensación de vértigo intenso o caídas bruscas inexplicables, si se acompañan de cualquiera de los otros síntomas.

Desde el Ministerio de Sanidad se ha querido quiere dar visibilidad a esta enfermedad, “de enorme repercusión social”, que supone la primera causa de muerte en mujeres y la primera causa de discapacidad adquirida.

Cinco ejercicios

También resalta la importancia de la prevención. La compañía Boehringer Ingelheim que puso en marcha hace años la campaña #GeneraciónINVICTUS, así como las asociaciones  de pacientes FEI, FEASAN y Mimocardio, han seleccionado los cinco mejores ejercicios para prevenir el ictus, que son los siguientes:

Natación. “La natación es un buen entrenamiento cardiovascular, porque sube el pulso y la tensión de manera progresiva, a la vez que trabaja un gran número de grupos musculares a la vez”, explica la Dra. Almudena Castro, Coordinadora de la Unidad de Rehabilitación Cardíaca del Hospital La Paz (Madrid), ex- presidenta de la sección de Cardiología Preventiva y Rehabilitación Cardíaca de la SEC (Sociedad Española de Cardiología) y Directora de Mimocardio. Castro, añade: “además, al trabajar en el agua se reduce el impacto en las articulaciones”. Los estilos de natación más adecuados son braza, crol y espalda, recomendando la mariposa únicamente para expertos y personas con alta resistencia cardiovascular.

Yoga. El yoga es un tipo de ejercicio que combina práctica física, espiritual y mental y por ello ayuda a controlar el peso, la presión sanguínea y los niveles de colesterol. Los beneficios cardiovasculares del yoga pueden deberse a la reducción del estrés, ya que por ejemplo entre las mujeres es uno de los mayores riesgos de ictus. Además, es un tipo de ejercicio de bajo o nulo impacto aeróbico que las personas mayores o con enfermedades cardíacas previas pueden realizar sin riesgo.

Estiramientos. Los estiramientos son un tipo de ejercicio físico de actividad moderada que permiten mantener el cuerpo activo y mejoran la circulación de la sangre. Del mismo modo, los estiramientos regalan minutos que ayudan a centrarse en uno mismo y rebajar los niveles de estrés.

Caminar. Es el ejercicio más sencillo y natural. En caso de llevar una vida sedentaria y necesitar un cambio de hábitos para llevar una vida más cardiosaludable, caminar es la mejor opción para empezar a incluir el ejercicio en la rutina diaria. Activa el flujo sanguíneo y se puede ir adaptando el ritmo según las necesidades.

Ciclismo. El hecho de ir en bicicleta no sólo aporta beneficios físicos, sino también mentales. A nivel físico, es una actividad de impacto cardíaco que activa la circulación, reduce el colesterol y ayuda a mejorar la movilidad de las articulaciones. A nivel mental, suele ser una actividad que nos permite estar al aire libre por lo que puede contribuir a reducir el estrés, y también puede realizarse en compañía de amigos y familiares, aunque también puede realizarse en centros deportivos. Basta con pedalear de 5 a 10 minutos al día.


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