Solanellas advierte de que “hay muchos gimnasios que aportan prácticamente lo mismo”

El fitness se enfrenta en 2024 al desafío de destacar en medio de una oferta saturada. Para conseguirlo, el sector deportivo tiene la necesidad de innovar más para diferenciarse y evitar la competencia basada únicamente en precios bajos. Así lo indica el CEO de la consultoría deportiva Wuics, Pere Solanellas, en una entrevista con CMDsport.

El consultor sugiere enfoques como la integración de “servicios de salud mental, programas específicos para la tercera edad, y la adopción de prácticas más sostenibles para atraer y retener a una clientela diversa”. Además, plantea la posibilidad de reducir el IVA de los servicios deportivos “hasta el 0% para fomentar la actividad física y la salud pública”.

¿Cuáles son los principales retos para el fitness en 2024?

El sector del fitness debe ser mucho más innovador de lo que es ahora. La práctica deportiva ha crecido mucho, hasta el punto de que hay mucha oferta que aporta prácticamente lo mismo. Debería haber algún operador que empezara a hacer algo diferente porque, si todos los centros hacen lo mismo, la tendencia será buscar el precio más barato.

¿Qué estrategias podrían usar más los gimnasios para diferenciarse?

Para diferenciarse, los operadores deben empezar a pensar en cómo crecerá el sector en el futuro. Según mi punto de vista, habrá centros que abordarán temáticas diferentes, como la salud mental, la práctica deportiva para gente mayor o la sostenibilidad. 

En el caso de aquellos que prioricen la salud mental, tendrán previsiblemente actividades físicas que también serán positivas a nivel mental, e introducirán psicólogos para que cualquier persona pueda hacer una sesión con ellos para afrontar mejor el día. También podrían aportar ejercicios de coaching. Todo esto acompañado de prácticas como el yoga, el pilates o el mindfulness. En resumen, actividades más ‘soft’. 

¿Cómo se puede integrar más a la gente mayor en los gimnasios?

Yo veo mucha obsesión en los gimnasios por un perfil de gente muy determinado, que son los millennials y la generación Z. Y es correcto hacerlo, porque son los que acuden más al gimnasio actualmente, pero la población está envejecida y, a futuro, va haber mucha gente mayor con una gran capacidad de compra que no estará atendida. Ahí habrá una oportunidad, entendiendo como gente mayor a aquellos que tienen entre 58 y 75 años. 

Se pueden integrar a través de programas, servicios y actividades. A una persona de 60 o 75 años no le gusta hacer ejercicio al lado de una persona joven con una actividad física intensa.

¿Qué opina del auge de los centros boutique?

Los centros boutique existen desde hace muchos años y responden a una demanda del consumidor especializada. Éstos van a seguir existiendo pero no se van a convertir en la mayoría porque la gran masa de gente va a seguir haciendo ejercicio físico en las instalaciones que ofrecen más de una actividad. 

¿En qué situación se encuentran los gimnasios concesionales? 

Los gimnasios concesionales son los que han crecido más en los últimos años pero han llegado al límite. Veo estancado el sector concesional, y no lo veía así hace unos años.

Ya se ha visto que hacer una gran inversión en centros concesionales en ciudades pequeñas no funciona y seguramente no se va a repetir. Y en las grandes ciudades no se pueden concentrar todos los centros públicos porque tienen que competir entre ellos.  Tampoco me parece bien tener tantas unidades concesionales sin un proyecto de marca  potente. 

Además, muchos ayuntamientos están pidiendo cánones muy elevados, y es incomprensible que haya operadores que se presenten a un concurso y acepten las condiciones económicas. Los ayuntamientos deberían aceptar que pueden provocar que los operadores tengan pérdidas. 

¿Cómo se debería enfocar una bajada del IVA en el sector?

Yo defiendo una bajada del IVA del deporte hasta el 0% porque es básico para la prevención y promoción de la salud, es decir, por un tema conceptual. Más allá de que afecte a la tesorería de los operadores o que se repercuta a los clientes a través de una bajada de precios. 

El sector no estaba tan unido en 2012 cuando el IVA pasó a ser del 21%. Ahora lo está más, pero no ha conseguido convencer a los políticos para llevarlo a cabo. 

Para dejar clara la necesidad de que los servicios deportivos tengan un IVA del 0% se necesitan estudios potentes de gente potente que demuestre que la actividad física hace que disminuya el gasto sanitario, en hospitales y en farmacias. 

Una vez bajado el IVA, se podrían ofrecer menores precios. De esta manera se podría conseguir que el sector aumentará su índice de penetración que ahora dicen que es del 15%, pero se debería intentar que fuera del 20% o del 25%.

Teniendo en cuenta esto, ¿conviene subir los precios? 

Yo defiendo que se suban los precios si se suman más servicios en los gimnasios, como una mejor atención al cliente. Al final, un coste de 40 o 60 euros al mes es un café diario en un bar o restaurante. Estar inscrito a un centro deportivo es barato.

¿Es entonces el fin de las low cost? 

El concepto low cost entró en 2010 con los precios muy bajos y poco a poco se han ido dando cuenta que es difícil operar con esos precios y tener los costes controlados, porque hay muchos costes fijos en los gimnasios y pocos costes variables. 

Actualmente, casi no hay ningún operador que ofrezca cuotas de 20 euros. Todos los que eran low cost tienen precios por encima de los 30 euros porque se han dado cuenta de que el alquiler sube y los suministros también y se necesitan personas para gestionar estos centros. Cuesta dinero tener un centro deportivo y hay que repercutirlo en los consumidores. 

¿Es necesario un mayor liderazgo en el sector del fitness?

Claramente, de la misma manera que falta liderazgo en la sociedad, la política o las empresas. Aunque hay operadores muy valiosos que han progresado desde hace tiempo. 

¿Cómo prevé que serán los gimnasios del futuro?

El futuro traerá centros deportivos más sostenibles, con más liderazgo, más enfocados a las nuevas tendencias, con más innovación, mejores servicios y, seguramente, más caros.