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Las claves para aumentar la motivación en las sesiones de ciclo indoor

CMDsport ciclo indoor

(4-3-2016). Algunas personas que empiezan a practicar ciclo indoor suelen desmotivarse porque se ven inferiores al resto de sus compañeros, sobre todo después de una primera clase. ¿Qué factores pueden ayudar a que no decaiga la motivación y que se mantenga igual a la del resto?

La motivación es uno de los puntos clave cuando se practica ciclo indoor. Como comenta Roberto Vidal, director técnico, monitor y formador de Adaptiv Bike en Go-Fit Montecarmelo, “tenemos que partir de que existen básicamente dos tipos de públicos. Por una parte, está la gente que está implicada con las clases y que ya viene motivada, y por otro lado, nos encontramos con aquellos que les cuesta venir al centro deportivo y que lo hacen un poco obligados para perder peso o mantenerse en forma. Estos son los que necesitan de un refuerzo externo continuo ya que hay más probabilidades que, con el paso del tiempo, abandonen la actividad”.

Cómo aumentar la motivación en ciclo indoor

La figura del monitor es fundamental en una sesión de ciclo indoor. “Es un poco el guía o líder y tiene que saber utilizar diferentes herramientas para mantener la atención y la motivación durante la clase”, explica Roberto. Para ello, existen diferentes técnicas que, como explica el especialista, correctamente combinadas pueden evitar este abandono y lograr que el alumno se sienta cada vez más motivado.

– Comunicación verbal: “Hay que saber comunicar en cada momento de la clase”, añade Vidal. “Es decir, utilizar un tono determinado en cada fase del entrenamiento. Por ejemplo, en un calentamiento o recuperación, el tono de voz del monitor tiene que ser un poco más tranquilo y pausado y en momentos de intensidad más alta, mucho más elevado”.

– Comunicación no verbal: Los gestos por parte del monitor también son importantes durante una clase de ciclo indoor. “Sobre todo se trataría de gesticular con los brazos y la cara. Utilizar gestos faciales puede motivar al alumno en determinados momentos incluso bajarse de la bicicleta y ponerse cerca de él en situaciones puntuales”, afirma el técnico.

– La música: Es un elemento fundamental de las clases de ciclo indoor. Como explica Roberto, “tiene que ir adaptada a la fase de la sesión. Para el calentamiento solemos utilizar músicas más instrumentales, chill-out o tranquilas. Lo mismo ocurre con las recuperaciones donde puede recurrirse a temas conocidos para que este momento sea de disfrute y diversión. Y para el propio entrenamiento, la música tiene que ser mucho más contundente y motivante. Se buscan principalmente temas que tengan una base definida para que el alumno pueda mantener el ritmo sin demasiados problemas. La música épica funciona muy bien en muchos casos”.

– Técnicas de visualización: Muchas veces se recurre a la visualización con el fin de motivar al alumno. “Para ello, muchos monitores utilizan un argot propio del ciclismo con términos orográficos. Hablan de montañas, puertos de montañas para que el alumno imagine lo que está haciendo en cada momento”.

– Elementos audiovisuales: Las gráficas de intensidades o de frecuencia cardiaca que normalmente se utilizan en las sesiones de ciclo indoor, también son un estímulo para el alumno. “También hay audiovisuales que pueden estar relacionados con un tema concreto”, explica Roberto. “Por ejemplo, se puede utilizar una subida al Alpe d’Huez o poner fragmentos del Tour de Francia o la Vuelta a España. Incluso, en algunos casos, es positivo incorporar escenas de películas de acción que sean motivantes. De hecho, la combinación de imágenes con música crea una clase muy atractiva”.

– Iluminación: Las luz es un elemento importante a la hora de motivar al alumno en ciertos momentos de la sesión. “Normalmente, la luz que se utiliza es tenue”, explica Vidal. “Pero es cierto que en determinados bloques del entrenamiento, jugar con ellas puede ser muy motivador, sobre todo cuando son de diferentes colores y se sincronizan con la música”.

– Pequeños retos progresivos: Siempre hay que marcarse pequeñas metas para no caer en el abandono. “El monitor”, comenta Roberto, “no sólo tiene que plantear pequeños objetivos dentro de los bloques de cada sesión sino también a medio y largo plazo, es decir, planificar en el tiempo varios entrenamientos y diferentes intensidades para que los alumnos puedan ver resultados”.

– Sesiones temáticas: Una buena manera de incitar a que el alumno siga practicando esta actividad es proponiéndole puntualmente clases temáticas. “Normalmente este tipo de sesiones rompe con la dinámica diaria y siempre son bien acogidas por la gente. Por ejemplo, para Halloween o Carnaval se les puede invitar a venir disfrazados, buscar una música relacionada con esa fecha concreta, etc. También funciona muy bien que, de vez en cuando, los alumnos puedan escoger la música ya que, en cierta manera, les estás haciendo partícipes de la actividad y motivándolos a seguir”, explica el técnico.

– Ir acompañado: Las clases colectivas tienen de por sí un componente social importante. “Para mucha gente relacionarse con otras personas ya puede ser una motivación aunque también es cierto que asistir a la clase con alguien conocido puede incrementarla por esa ‘competición’ que se puede dar entre ellos”.

Por último, recompensar en cierta manera el esfuerzo también puede resultar motivador. “Un aplauso, por ejemplo, al final de la clase o hacerles partícipes del esfuerzo realizado más que del resultado en sí, son pequeños gestos que aumentan la confianza y las ganas de volver ”, concluye el técnico.

Más información: www.go-fit.es

 


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