(19-9-2018). El keniano de 33 años Eliud Kipchoge hacía historia este pasado domingo en Berlín, al batir en un minuto y 18 segundos el récord mundial de Maratón. Era el paso que le faltaba para desmarcarse como el mejor maratoniano de todos los tiempos. Y CMDsport habla con una de las personas que mejor conoce su día a día, su fisioterapeuta y compañero, Marc Roig.
3 de diciembre de 1967. El corredor australiano Derek Clayton cruza la línea de llegada del maratón de Fukuoka, que celebra su décimo primera edición. Este espigado atleta –nacido en la región de Cumbria, al noroeste de Inglaterra- acaba de entrar, por la puerta grande, en la historia del atletismo. Ha rebajado su propia plusmarca en más de 8 minutos y, lo más importante, se ha convertido en el primer hombre que ha corrido un maratón por debajo de las 2 horas y 10 minutos. Y, por añadidura, Clayton es el nuevo récordman mundial de los 42.195 metros tras reducir en más de 2 minutos el anterior registro de referencia.
Han tenido que pasar más de 50 años para que el mundo viera un recorte similar al mejor crono del maratón. Y éste ha venido de manos -o, en este caso, quizás sería mejor decir que ha sido fruto de las piernas- del keniano Eliud Kipchoge. El atleta, de 33 años, ha logrado el único hito que le faltaba para ser nombrado -por unanimidad- el mejor maratoniano de todos los tiempos (algo que el periódico The New York Times ya había hecho con anterioridad). Acaba de batir el récord del mundo de los 42.195 metros en Berlín. El nuevo tiempo de referencia es 2:01:39.
Kipchoge le pegó un mordisco de 1 minuto y 18 segundos al anterior trono de Kimetto, conseguido también sobre suelo berlinés en 2014. Eliud completó los más de 42 kilómetros a una media estratosférica de 2’52”/kilómetro (o, lo que es lo mismo, correr cada 400 metros a un ritmo de 1’09” durante más de 42 kilómetros). Una media que incluso fue capaz de bajar a 2’48”/kilómetro en los dos últimos de la carrera, cruzando con estrépito la Puerta de Brandeburgo de la capital alemana.
Unos instantes que casi hacen caer alguna lágrima a una de las personas que mejor conocen al keniano, hablamos del atleta catalán Marc Roig. Residente en Kenia desde ya hace algunos años, ejerce como fisioterapeuta y compañero de entrenamientos de Eliud. “Si algún ser humano parecía capaz de romper esa barrera, era él”, declaró pocas horas después de la gesta de su admirado amigo.
Un récord que empezó casi como una partida de ajedrez, según nos relata Roig desde Kenia. Una tarde, en un debate de mentes privilegiadas y piernas rapidísimas, se deliberaba cuál debía ser el paso adecuado para las liebres en Berlín. Eliud, como viene siendo habitual en los últimos maratones, pidió un paso por la media de 1 hora y 1 minuto. Antes de ver la carrera –y, por lo tanto, siendo nada ventajista- Roig admite que creía que era un paso por el ecuador de la carrera “demasiado agresivo”. Un paso que quizás Wilson Kipsang podía aprovechar en la segunda mitad de la carrera para recuperar tiempo sobre su compatriota, pero Kipchoge demostró “una vez más, con la calidad que atesora, que quien tiene más fe en él es él mismo”.
Kipchoge ha demostrado que quien tiene más fe en él, es él mismo
Ich bin ein Berliner
Kipchoge ha logrado, por fin, su objetivo. Aquel que ya había intentado en 2 ocasiones anteriores en Berlín. Pero, una vez por unas plantillas mal colocadas y otra a causa de la lluvia, tuvo que desistir, sin lograrlo. Sin embargo, el pasado domingo se dieron las condiciones idóneas. Humedad del 50%, temperatura alrededor de los 19 grados y un viento escaso. Sólo fallaron las liebres. Desde la salida, Eliud dejó claro que a la tercera iba a ser la vencida. Se quedó solo con 3 liebres. 2 cayeron antes del kilómetro 16. Y la restante, en el 25.
Al actual campeón olímpico y mundial no le quedó otra opción que tirar del carro, por él mismo, los 17 kilómetros restantes. Y lo logró. Eliud Kipchoge se convirtió, con su sonrisa eterna, en un berlinés más, emulando el mítico discurso del presidente norteamericano John Fitzgerald Kennedy. Todos los hombres libres, vivan donde vivan, son ciudadanos de Berlín. Y, por ello, como un ciudadano libre, me enorgullezco de decir: Ich bien ein Berliner. No es para más. En categoría masculina, los últimos 7 récords del mundo de maratón se han logrado en la capital germana.
Kipchoge corrió un maratón en negativo, por cuarta vez en su vida deportiva
Atendiendo al ritmo agresivo que había solicitado, Kipchoge corrió un maratón en negativo, por cuarta vez en su vida deportiva. Pasó la media en ese 1:01:00 marcado como objetivo (1:01:06, para ser exactos). Pero es que el corredor nacido en Kapsisiywa el 5 de noviembre de 1984 fue incluso capaz de rebajar ese registro en los segundos 21 kilómetros. 1 hora y 33 segundos para parar el reloj en ese ya legendario 2:01:39.
Ese paso “demasiado agresivo” que temía Roig se acabó convirtiendo, a la postre, en la mejor arma para establecer el nuevo récord del mundo. “No pensaba que Eliud pudiera correr en negativo haciendo un primer paso en 1:01:00, pero, como suele hacer, nos dejó a todos con la boca abierta”, admite sincero y risueño el atleta de Sant Pol de Mar.
Casi infalible en la distancia del maratón
Desde su debut en el maratón de Hamburgo, en 2013, y con esta victoria en el maratón de Berlín, Kipchoge cuenta por victorias 10 de los 11 maratones que ha completado. Y ya suma en su palmarés 7 “majors”, entre los que están Londres, Chicago y Berlín. De hecho, únicamente ha perdido en una carrera de 42.195 metros. Fue en 2013, cuando terminó 2º tras su compatriota Wilson Kipsang que, aquel mismo día, estableció un nuevo récord del mundo en la distancia (2:03:23).
Y de aquello ya hace 5 años. Ha sido la única ocasión en la que Eliud ha mordido el polvo en una distancia que la ha encumbrado en lo más alto del mundo del atletismo y para la cual su físico parece estar esculpido bajo la mano del mismísimo Michelangelo: 1’67 cm y 57 kilos de peso de este gran lector y amante del pensamiento de Aristóteles.
No obstante, Eliud Kipchoge nunca se ha engañado sí mismo, fiel a esa frase que tiene colgada en su habitación de Kaptagat –una localidad a 40 kilómetros de Eldoret, donde descansa tras entrenar bajo una disciplina espartana y férrea en el training camp de la empresa que le representa, Global Sports. Ese papel amarillento sigue colgado con una frase de Paulo Coelho: “si quieres tener éxito, respeta una regla. Nunca te mientas a ti mismo”. Y él cumple, a rajatabla con esta premisa, entendiendo que el maratón es como la vida misma, “y la esencia de la felicidad es disfrutar de la vida”. Por eso sonríe. Por eso disfruta corriendo maratones.
Kipchoge: el más rápido de la historia sobre los 42.195 metros
Antes del pasado domingo, Kipchoge ya tenía el placer de ser el hombre más rápido de la historia –en carrera no oficial- sobre la distancia de Filípides. El mes de mayo de 2017, en el circuito italiano de Monza, fue capaz de correr en 2:00:25. El proyecto sub2 de la compañía americana Nike se quedaba a 25 segundos de su objetivo. Tras aquella decepción, y atendiendo a su humildad, Eliud dejó claro que soy “un ser humano, no una máquina y no fui capaz de mantener el ritmo exacto”.
De hecho, el maratoniano hizo broma el pasado domingo sobre su capacidad para conseguir diferentes marcas en la distancia del maratón. “He corrido maratones en 2:03, 2:04, 2:05 y ahora en 2:01… todavía me falta un 2:02”. Y es que Kipchoge ha pegado un mordisco voraz a un récord que, a marchas forzadas, quiere poner un 1 delante. Bajar de las 2 horas en maratón es un reto cada vez más cercano. Sin embargo, si atendemos al ritmo en el que se ha batido el crono, aún deberán pasar varias décadas. Y eso que el reto que se ha puesto entre ceja y ceja este corredor de origen humilde es el de ser el primer hombre en bajar de las 2 horas. De hecho, tras el intento fallido del pasado mes de mayo en Monza, él –optimista por naturaleza- ya advirtió que “estamos a tan sólo 25 segundos de conseguirlo. La esperanza es real, así que vamos a mantener el fuego vivo”.
Estamos a tan sólo 25 segundos de conseguir rebajar de las dos horas. La esperanza es real, así que vamos a mantener el fuego vivo
Evolución del récord del mundo de maratón
El récord de maratón ha bajada casi 1 hora en poco más de un siglo. Del 2:55:18 del norteamericano John Hayes en los Juegos de Londres en 1908, hemos pasado al 2:01:39 de Eliud Kipchoge en pleno siglo XXI. Pero este recorte no ha sido coser y cantar. La rebaja ha sido de poco más de 5 minutos en los últimos 30 años. El etíope Belayneh Dinsamo estableció un crono de 2:06:50 en el maratón de Rotterdam, en 1988. Una marca que permaneció vigente una década, hasta que el brasileño Ronaldo Da Costa cruzó la línea del maratón de Berlín en 2:06:05 en 1998. El marroquí nacionalizado norteamericano Khalid Khannouchi disminuyó ese tiempo hasta en dos ocasiones seguidas hasta dejarlo en 2:05:38. Fue en el maratón de Londres, en 2002, a principios de este siglo.
La rivalidad entre el keniano Paul Tergat y el etíope Haile Gebrselassie se trasladó del tartán al asfalto. Tergat fue el primero en golpear y batir la marca de Khannouchi. ¿Dónde? En Berlín, como no, en 2003. Desde hace 15 años, el récord masculino de maratón siempre se ha batido en suelo berlinés. En este mismo mismo escenario, pues, Gebrselassie batiría el tiempo de su adversario en dos años consecutivos para dejar el nuevo registro de referencia en 2:03:59. Corría el año 2008. Por lo tanto, el récord ha bajado poco más de 2 minutos en la última década. Y siempre de manos de atletas kenianos. Gebrselassie ha sido, por ahora, el último descendiente de Abebe Bikila en poseer el honor de ser el hombre más rápido del mundo en los 42.195 metros. No lo ha podido lograr, hasta el momento, el atleta más laureado del fondo mundial, Kenenisa Bekele.
Y en estos 10 últimos años, ha habido 3 récords diferentes. Patrick Makau superó el registro de Gebrselassie en 2011 (2:03:38). Wilson Kipsang haría lo propio dos años después (2:03:23, superando por pocos segundos a Kipchoge en el único maratón que ha perdido éste en su vida). Dennis Kimetto tendría un día inspirado en 2014 para obtener el que ha sido el marco de referencia para Eliud durante cuatro años: 2:02:57. Un día antes del pasado 16 de septiembre, un registro de 2:01:39 parecía una auténtica locura, tal y como reconoce el propio Marc Roig. ”Pero poco más de 2 horas después, fue una realidad. Y ahora es el nuevo récord del mundo. Increíble, sí, pero es así”. Pero algunos, como Kipchoge con su fe inquebrantable, incluso van más allá. A partir de ahora, su único foco será abandonar el 2. Ser el primer hombre en completar 42 quilómetros y 195 metros con un tiempo de 1:59:59 o inferior. ¿Lo logrará? Tiempo al tiempo, y nunca mejor dicho.
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