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FITNESS

Insta a los gimnasios a ser más proactivos a cooperar con los centros sanitarios

Felipe Isidro: “Gran parte del fitness no parece preparada para integrarse en el sistema de salud”

“Los clubes de fitness deberían ser un ejemplo como vehículo de inclusión”

Felipe Isidro

El catedrático de educación física, Felipe Isidro, lamenta que la mayoría de los centros deportivos y gimnasios carecen de máquinas de fuerza y cardiovasculares adaptadas para personas discapacitadas.

(15-4-2024). El catedrático de educación física y especialista en el entrenamiento de fuerza, Felipe Isidro, subraya que “gran parte del fitness no parece preparada para integrarse en el sistema de salud” al no disponer de maquinaria y personal cualificado para atender a personas con patologías.

Felipe Isidro, catedrático de educación física y especialista en el entrenamiento de fuerza, destaca que “los clubes de fitness deberían ser un ejemplo como vehículo de inclusión”, sin embargo lamenta que la mayoría de los centros deportivos y gimnasios carecen de máquinas de fuerza y cardiovasculares adaptadas para personas discapacitadas o con diversidad funcional

Ello provoca, según destaca, que gran parte del fitness no parezca “preparada para integrarse en el sistema de salud y que una mayoría de profesionales de la salud no confíen en el fitness, “por sus propios sesgos o por la información que les trasladan sus pacientes”.

¿Está el sistema de salud preparado para unirse al fitness?

Sí. En diversas comunidades autónomas ya implementan un programa estatal, en el ámbito sanitario, con fondos europeos e impulsado por el Consejo Superior de Deportes (CSD) donde el sistema sanitario ya está implementando la ‘receta deportiva’. Ese posibilita la prescripción de programas de ejercicio físico orientados a la salud y en los que, desde el ambulatorio, el profesional sanitario ‘receta’ ejercicio y luego se ‘dispensa’, implementándose por educadores físicos, en unidades dentro de los propios centros sanitarios o en centros deportivos cercanos. 

Sin embargo, una parte del sector del fitness parece no estar preparada para dicha integración con el sistema de salud. Ello se debe a que, en líneas generales, carecen tanto de espacios como de maquinaria y suficiente personal cualificado para poder diseñar programas de ejercicio a personas con diversas patologías o con las diversidades funcionales que puedan presentar los usuarios de dicha ‘receta deportiva’. 

 Y es que la implementación completa de la receta deportiva en todas las comunidades autónomas del país llevará tiempo. Pero, mientras se extiende, deberían ser los centros deportivos los que, de forma proactiva tendrían que colaborar con los centros sanitarios de su zona para promocionarse, llegar a convenios y darse a conocer para estar preparados para cuando se implante la receta deportiva como tal. Es crucial que los gimnasios actúen anticipándose a los cambios, en lugar de esperar a reaccionar a que la receta deportiva entre completamente en vigor.

Actualmente, parece que parte de las instalaciones y su personal están más enfocados a un target de adolescentes o adultos jóvenes y, mientras eso continúe así, parecen no valorar en su justa medida al resto de potenciales usuarios más orientados en mejorar su salud, sobre todo del sector senior.

¿El sistema sanitario no confía en el fitness? 

En mi opinión, hay una mayoría de profesionales de la salud que no confían. Quizás sea por sus propios sesgos o por la información que les trasladan sus pacientes. Muchos de estos son adultos mayores, que no encuentran su sitio en los clubs de fitness tal vez por la falta de espacios y personal técnico que pueda atender a sus limitaciones y necesidades, entre otras causas. La integración entre ambos mundos parece avanzar lentamente por esta razón, entre otras.

Se pueden implementar varias acciones para cambiar esta situación, como organizar actividades gratuitas en hospitales, ambulatorios y en los barrios cercanos al gimnasio u ofrecer descuentos a personal sanitario o a los adultos mayores, entre otras estrategias. Al principio, es probable que los centros deportivos tuvieran que asumir determinados gastos para ganar visibilidad en ese ámbito. Con todo, estoy convencido que, a la larga, ampliarían usuarios cuyo objetivo es la salud.

 ¿Cómo se puede captar a las personas con patologías y a los mayores en los gimnasios?

Existe un envejecimiento poblacional, y para atraer al segmento senior es crucial contar con personal técnico cualificado y competente y con espacios y equipos adaptados a las diferentes diversidades motrices y funcionales.

Así, dentro de las instalaciones, pueden incluirse espacios adecuados que cuenten con maquinaria específica y con certificación médica. Por ejemplo, ya existen máquinas neumáticas con dicha certificación, que además resultan mucho más cómodas, seguras y eficientes por ejemplo para ese el segmento senior. También sería recomendable incorporar más espacios y actividades sociales dentro de las instalaciones; que éstas fueran similares a las ofrecidas en los centros cívicos. Se podrían incluir juegos de mesa, billar, juegos de cartas o campeonatos de ajedrez, entre otras actividades. 

También podrían aplicarse otras estrategias como llevar ciertas actividades deportivas a la calle, a los diferentes barrios y a las fiestas municipales. Tal vez, con todo ello se podría lograr que muchos gimnasios o centros deportivos dejaran de ser percibidos para algunas personas como lugares cerrados y sólo para personas en buena forma y pasaran a ser percibidos como espacios amigables y abiertos para todas las personas, sin importar su edad, género y condición. 

Por otro lado, es importante destacar que la mayoría de los centros deportivos y gimnasios carecen de máquinas de fuerza y cardiovasculares adaptadas para personas discapacitadas o con diversidad funcional. Un ejemplo al respecto es la empresa BH Fitness, pionera en ofrecer maquinaria que cumple dichos requisitos de inclusión, de manera que pueden ser utilizadas por cualquier persona, con independencia de sus circunstancias de movilidad. Los clubs de fitness deberían ser también un ejemplo como vehículo de inclusión.

¿Los gimnasios abusan de los entrenamientos de alta intensidad para los jóvenes?

Está claro que los gimnasios deben ofrecer continuamente nuevos servicios, buscando llamar la atención para conseguir nuevos clientes y cada temporada lanzan nuevos formatos. Actualmente, se decantan más por ofrecer lifestyle o estética, que es lo que piden muchos adolescentes y adultos jóvenes, como musculación o sesiones de alta intensidad.

Eso provoca en algunos centros situaciones no deseadas, como por ejemplo, que se formen grupos de jóvenes alrededor de las máquinas de musculación, acaparando su uso. A muchas personas de la generación ‘silver’ y a otros usuarios, algunos de esos grupos de jóvenes, generalmente ruidosos, les resultan molestos. Se debería establecer normativa clara en las salas en cuanto a tiempo de utilización de una máquina, higiene, vestimenta o emisión de ‘ruidos’ innecesarios y contar para ello evidentemente con personal que se encargue de supervisar los espacios y hacer cumplir las normas de forma educada.  

¿Existe suficiente personal o éste está suficientemente capacitado para cubrir esos puestos?

Se observa un creciente interés en la formación sobre ejercicio para la salud o para personas ya con patologías. Sin embargo, las personas graduadas que estudian un master del sector deportivo se sienten más atraídas por los contenidos de rendimiento deportivo que por los del sector salud y patologías, lo que dificulta la disponibilidad de personal cualificado y competente en salud. Los que sí se decantan por formarse en el diseño de programas de ejercicio saludable o en entornos patológicos tienen después mucha demanda.

 Los gimnasios coinciden en lamentar que, actualmente, existe una gran rotación de trabajadores…

Las malas condiciones laborales en los empleos de fitness son un mal endémico desde siempre. Los salarios son generalmente bajos, lo que provoca que haya mucha rotación. Muchos empleados jóvenes ven su trabajo como un aprendizaje temporal. La solución pasaría, entre otros, por ofrecer salarios a los técnicos acordes a lo que les ha supuesto su esfuerzo formativo, así como horarios y funciones adecuados. Sin duda, esto requiere un convenio colectivo estatal donde los 5 grupos profesionales del sector de instalaciones deportivas y gimnasios tuvieran un mejor salario base que el actual.


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